Algún ingenuo podría pensar que las mujeres, cuando estamos solas o nos escribimos sin parar vía Whatsapp, no hacemos otra cosa que hablar sobre cómo sería nuestra pareja ideal. Craso error. Son muchas las cosas que nos interesan infinitamente más que la radiografía del hombre ideal, por ejemplo el zapato de nuestros sueños. Esa cuestión tiene muchísimas respuestas y fluctúa dependiendo del momento vital en que una se encuentre. Si se lo preguntan a una chica que esté invitada a una fiesta elegante por primera vez en su carrera, su respuesta seguramente estará orientada a salones con tacón de aguja y detalles preciosistas en strass. Si, por el contrario, la misma cuestión se le plantea a alguien cuyo objetivo en la vida (estilístico, entiéndase) sea vestir bien y cómoda en el trabajo, su sentencia irá por derroteros muy distintos. Esta última buscará un zapato plano, confortable y de calidad que le prometa amor – y estilo – por los siglos de los siglos.
Aunque no hay suficientes zapatos en el mundo para satisfacer cada demanda particular, no exageramos si decimos que sí hemos encontrado el zapato que cubre definitivamente los mencionadas (y deseadas) virtudes: comodidad, tendencia y clase. O, cuanto menos, hemos rozado el palo en nuestra búsqueda. Si no, juzgad vosotras mismas la perfección de las bailarinas portuguesas de la marca Josefinas.
© Creatividad de Mar Lorenzo Sales
Son un sueño hecho realidad, como el que tuvo allá por 2013 una de las fundadoras de la marca. Cuando preguntamos cómo nació la marca, nos responden: "un día, una mujer tuvo un sueño y otras la siguieron. Así nació Josefinas, una marca portuguesa surgida de un sueño". "En un país en crisis – continúan -, donde había poco espacio para soñar, crear zapatos a mano ganó un nuevo estatus. En Portugal, hay algo que nunca jamás ha muerto: el saber hacer de los artesanos y la pasión por llevar a cabo las ideas personales".
La primera colección que alumbró la marca es la que hoy protagoniza esta pieza: la más básica, la más original, la más minimalista. Es decir, la que atesora la silueta de la bailarina clásica que se utilizaban y se utilizan en las clases de danza. Planas, monocromas y realizadas en piel. ¿Alguien da más? No. ¿Alguien busca más? Tampoco.
© Cortesía de Josefinas
La colección Nº1 – así la bautizaron en los orígenes y así sigue llamándose hoy en día – se conforma con muchas versiones del mencionado zapato pluscuamperfecto, disponible en una amplia variedad de colores y tonos, como el blanco, el beige, el rosa palo, el negro o el rojo. Además, sus bailarinas también están realizadas en diferentes materiales: piel natural, charol, piel marcada con efecto cocodrilo y piel modificada con diferentes animals prints.
No hay más, solamente simplicidad, saber hacer, calidad, artesanía y un gusto impecable por las cosas sencillas pero bien hechas. El zapato perfecto, igual que sucede con los amores, los besos y los libros perfectos, conlleva un costoso y a veces largo proceso de prueba y error. Hoy podemos decir que estamos muy cerca de tenerlo, solamente un click en alguna de las bailarinas que conforman la siguiente galería nos separa de él.
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