Boho, blanco y bordado es el nuevo vestido bueno, bonito y barato de Zara

Quien crea que la moda es ajena a lo que ocurre en el mundo es que no ha entendido nada. Creada, inspirada y vestida por personas, todo cuanto nos ponemos es causa y consecuencia de los movimientos sociales que sacuden el mundo. Fue todo el discurso acerca de la nueva feminidad el que alteró el significado de "vestido rosa" así como la connotación del color lila. De la misma forma, los debates acerca del género modelaron esa nueva silueta alejada de las constricciones del viejo y encorsetado paradigma del "reloj de arena" para abrazar la holgura de las túnicas que desconstruyen y ocultan el cuerpo bajo centímetros y centímetros de tela con capacidad para un relato más prolijo en detalles: la manga larga, el cuello cerrado, la falda hasta los pies… No andaban muy desencaminados quienes veían similitudes con la recatada indumentaria amish en estos vestidos modestos y nostálgicos de La casa de la pradera. Tampoco quienes reconocían en el 2019 algunas de las tendencias del verano del 69, el de Woodstoock y el de los acontecimientos de Cielo Drive de los que partía Érase una vez… en Hollywood. De ellas tomaron el espíritu hippie y la estética sectaria en los caftanes amplios y utilitarios que nos uniformaban en torno al fin del culto al cuerpo.

· Algo boho →

Cambiaba también la definición de boho, en su día representado por las clientas de la estilistas Rachel Zoe. El boho chic de Sienna Miller, Mischa Barton o Vanessa Hudgens se sofisticaba y pulía hasta su versión más minimalista y depurada. Con conciencia medioambiental y viajera, el boho rústico proponía vestidos duraderos, en oposición directa al fast fashion y con cierta aspiración nostálgica que envidiaba la ropa que heredamos de nuestras abuelas. Ya no solo sus diseños únicos, sino sus tejidos funcionales que aún resisten los envites de la obsolescencia programada como no consigue ninguno de los diseños del circuito comercial actual. En 2020, el vestido bohemio mantiene estos valores y añade todo lo aprendido en los meses en que se detuvo el mundo. Premisa número uno: la comodidad ante todo. Premisa número dos: el vestido más agradable para tu cuerpo lo es también para tu mente. Así, el vestido boho en 2020 es largo, amplio, agradable al tacto, a la vista y a la puesta en práctica. Para llevar con todo y a todas partes.

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· Algo blanco →

Además es, preferiblemente, blanco.El color de los vestidos ibicencos, de los vestidos de novia y, en 2020, de los vestidos bohemios. Porque este verano, más que nunca, queremos que cualquiera pueda ser nuestro gran día. De aquella corriente millennial que prefería las bodas en secreto con un vestido sencillo que pueda ser reutilizado, esta tendencia que desdibuja aún más la fina línea que separa un vestido blanco precioso de un vestido de novia. El color de la pureza es también el que mejor soporta el calor y el que peor se lleva con las manchas. Es la apuesta de Zara para este verano en que si la chica no va a la playa, la playa se instala en ella.

© Cortesía de Zara

· Algo bordado →

La costura que enriquece hasta la prenda más sencilla. El detalle definitivo de un vestido boho y de un vestido blanco, por separado, y ahora también en conjunto. Podría entenderse como un guiño a las labores que muchas retomaron en los días de confinamiento, como una reverencia a la artesanía que tanto se valora en tiempos de producción masiva. El caso es que los bordados y los perforados adornan los vestidos más en tendencia de lo nuevo de Zara y rematan la perfecta armonía de la estética bohemia y el minimalismo que de otra manera tendría un vestido blanco y liso.

· El vestido boho, blanco y bordado de Zara →

© Cortesía de Zara

Boho, blanco y bordado son las tres B, el bueno, bonito y barato de los vestidos que hay ahora en Zara. Sé lo que estás pensando, los modelos de edición limitada rondan los 70 euros, sin embargo, en términos de utilidad y de durabilidad, prometen salir más económicos que algunos de 10€. Concretamente estos 11 vestidos bohemios, blancos y bordados son la tendencia que más y mejor representa el verano de 2020 y al mismo tiempo, nunca pasarán de moda.

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