Si con la presencia de Beatrice Borromeo. Pierre Casiraghi, Tatiana Santodomingo, Andrea Casiraghi, Sassa de Osma, Christian de Hannover, Inés de Cominges y un largo etcétera no era suficiente para determinar que la boda de la princesa María Anunciata de Liechtenstein y Emanuele Musini ha sido una de las grandes bodas del año, la de Cósima Ramírez termina de confirmarlo. La hija de Ágatha Ruiz de la Prada ha compartido en Instagram los estilismos que escogió para asistir al gran evento. Y no tienen desperdicio.
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La novia de esta ceremonia, que escogió un espectacular traje de Valentino y la gran tiara Fringe de Habsburgo, que perteneció a María Teresa de Braganza, es su gran amiga. Y lo ha demostrado en sus historias de instagram sin pasar por alto lo espectacular que iba, con la frase en mayúsculas: “La novia más bonita de la historia”, acompañada de fotos de María Anunciata.
Ella, por su parte, ha escogido un estilismo más que inusual entre las invitadas al evento, y lo ha accesorizado con complementos todavía más peculiares. El más llamativo es el gorro en azul eléctrico con flores en relieve, que recuerda significativamente a los que se llevaban durante la década de los años 50 del siglo pasado. Cuajados de flores y ultracoloristas, fueron la nadadora Esther Williams y sus musicales coloristas, además de estrellas como Elizabeth Taylor, quienes popularizaron esta fórmula hoy tan afín a la estética de Ágatha Ruiz de la Prada.
Lo ha combinado con una fórmula mucho más relajada de lo que cabría esperar: pantalón palazzo ancho en rosa fucsia y camisa blanca. Pero que ha ‘agathizado’ con flores pegadas en hombros y bajos, además de unas imposibles plataformas del mismo color que el gorro. Como accesorios solo le hicieron falta un clutch de mano rosa, un abanico con flores de colores y unas gafas de sol estilo cat eye de pasta ancha, en rosa con corazones amarillos. Una combinación de color más que explosiva.
Ese fue el conjunto escogido para la ceremonia, pero la fiesta nocturna fue igual o más colorida. Cósima se quitó el gorro y lo cambió por una coleta de altura media desenfadada. Las plataformas las sustituyó por otras en forma de zapatillas blancas amarillas y rosas, a juego con el estampado de su falda. El cuerpo lo mantuvo en la misma gama de colores, pero con estampado de rayas, y añadió un gran lazo de tafetán atado al cuello que era la guinda del pastel. A juzgar por las imágenes que ha compartido en la mencionada red social, Ramírez pasó un buen rato junto a personalidades como Lucía Echavarría, con quien compartió un paseo en carruaje por el centro de Viena.
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