Aunque a veces se pasen por alto, los cinturones son uno de los complementos más esenciales de los estilismos. No solo por motivos prácticos evidentes sino que tienen la capacidad de transformar los looks por completo. Estos sirven para completar los pantalones vaqueros más sencillos, para aportar un toque de gracia a vestidos fluidos y hacer que favorezcan más y, en definitiva, para acentuar y afinar la cintura en cualquier caso.
Aunque parezca que no son tan sensibles a las tendencias, es más que evidente que cada temporada tiene unas siluetas de cinturón definidas. A principios de los 2000 fueron los más finitos, luego llegaron los de hebilla redonda que caían hasta la cadera, los encorsetados de materiales similares a la piel y, más recientemente, los de inspiración western. Además, en los últimos años hemos presenciado el triunfo de los de hebillas con logos como el de Gucci o el de Dior. Ahora, en pleno 2020, hay una nueva silueta que viene dispuesta a hacerse con el reinado en esta materia, hablamos de los cinturones de hebilla cuadrada.
Estas siluetas se han convertido en una máxima en las pasarelas de Primavera/Verano 2020 y también en un complemento recurrente en los looks de las prescriptoras de estilo que se dan cita a las afueras de los desfiles. Pero, antes de este boom que llevan viviendo unos meses, los llevó la princesa Diana de Gales. Lady Di acostumbraba a completar casi todos sus estilismos con cinturones cargados de personalidad y los de hebilla cuadrada fueron unos de sus favoritos, bien fuesen ligados a faldas o vestidos, como llevados por encima de blusas.
Pasarelas y ‘street style’
Así lo llevó Diana de Gales
La princesa más icónica de todas los lució en diferentes formatos, desde las formas más cuadradas hasta las más rectangulares y en multitud de colores. ¿El más recurrente? el de color negro.
¡Lo quiero!
¡Lo quiero!
¡Lo quiero!
¡Lo quiero!
¡Lo quiero!
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