Sarah Jessica Parker ha vuelto a la tienda neoyorquina de su propia firma, SJP. Aunque en realidad nunca ha dejado de estar presente, mascarilla mediante, para recibir a sus clientas respetando las medidas de seguridad. La actriz parece tomarse tan en serio la situación de la pandemia que las últimas fotografías la retratan limpiando a fondo los pasamanos y picaportes de las puertas del establecimiento con el fin de garantizar un buen nivel de higiene. Pero lo que más nos gusta de la imagen no es la dedicación por la seguridad de la que en su día encarnó a Carrie Bradshaw –y que volverá a hacerlo dentro de poco por un sueldo generoso–, sino su estilismo.
Como no podía ser de otra forma, cada nueva aparición de Parker, sea en pantalla o en la vida real, es toda una lección de estilo. En cada ocasión es diferente, pero siempre podemos sacar trucos útiles para aplicar en nuestra propia vida. En este caso, la mejor lección que podemos aprender de la actriz es la utilidad y la necesidad de confeccionar un uniforme propio con el que poder ir al trabajo cuando no sabemos qué ponernos o nos falta inspiración para pensar un look diferente. Algo muy difícil de hacer todos los días.
La fórmula que ha elaborado Sarah Jessica Parker tiene como piedra angular tres prendas que le hemos visto puestas en reiteradas ocasiones mientras estaba a cargo de su tienda. A veces las combina de forma similar, otras de formas muy diferentes. La primera prenda es un buen par de vaqueros, ella tiene predilección por los claritos, pero podemos elegir el que mejor nos siente o el más acorde a nuestra personalidad. Ella los ha lucido como hoy, con botas altas de tacón y top de punto con detalles fruncidos, pero también con deportivas, salones y una infinidad de prendas más.
Huelga decir que sus botas altas también son un buen comodín de invierno para crear infinitos estilismos, en esta ocasión se trata del modelo Busker de su propia tienda, un calzado confeccionado en Italia, en ante y con tachuelas, que le otorgan un extra de sofisticación. Además de los vaqueros y las botas altas, que la otra prenda interesante es el top de algodón que luce. Se trata de una camiseta que casi podríamos considerarla como el uniforme de dependienta de su tienda, puesto que se ha dejado fotografiar con ella en más de dos y tres veces ocasiones. Además de la comodidad que otorga una prenda de punto ligera y sencilla, la de Parker es especialmente elegante por su escote en V tanto en el pecho como en la espalda y el fruncido que lo crea, dejando parte la clavícula al descubierto sin comprometer la comodidad. Un requisito esencial de cualquier estilismo de trabajo para el día a día.
Pero que la eterna Carrie Bradshaw repita mucho una prenda (y acierte siempre que lo hace), no quiere decir que no vaya a su propia tienda con estilismos dignos de su personaje más famoso. También se ha dejado ver por el establecimiento con atrevidos conjuntos de faldas estampadas de príncipe de Gales combinadas con camisas animal print; pantalones de cuero e incluso chaquetas cubiertas de lentejuelas. Pero el hecho de que siempre vuelva al combo de vaqueros + botas y camiseta básica nos hace plantearnos la necesidad de tener un conjunto así de efectivo en nuestro propio armario.
A pesar de ser un icono de estilo, la razón por la que Sarah Jessica Parker esté en boca de todos estos días no es su ropa. A principios de semana despertó a todos los fans latentes de la serie Sexo en Nueva York, confirmando a través de su cuenta de Insgtagram los rumores sobre la vuelta de la serie. Carrie Bradshaw volverá a la pequeña pantalla a través de 10 episodios junto a Charlotte York y a Miranda Hobbes, pero sin la eterna Samantha Jones. La razón de su ausencia es la mala relación que existe entre ella y la protagonista. No será lo mismo sin ella.
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