La austeridad de Letizia, ¿un revés involuntario para la moda? El parón de la maquinaria que ponía en marcha con cada vestido nuevo

Cuenta el círculo íntimo de la reina Letizia que cuando entró a formar parte de la Familia Real, aquel lluvioso 22 de mayo de 2002, le impresionaba que saltase a titulares siempre lo que llevaba puesto más que el acto al que iba. Algo que con el tiempo le llegó a fastidiar hasta que se dio cuenta que con sus estilismos disparaba las ventas de las marcas, muchas veces firmas nicho, y ayudaba a muchas editoriales y compañeros de profesión. Estos generaban cascadas de noticias analizando cada detalle estilístico generando una amplia audiencia por el tema. Mr. Google, por su parte, suele premiar al medio que primero descubre la firma detrás de su ropa y complementos. Negocio redondo.

La reina empezó a sentirse orgullosa y cómoda con esta faceta (inesperada) de su nuevo trabajo de 24 horas. Además del baño de ego directamente proporcional, entiéndase. Tal vez no era la idea original cuando acude a un evento de Cruz Roja o de la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER), pero ha descubierto que el acto al que asiste de una u otra manera se pone en el foco y en la agenda social y política. ¿Quién no recuerda su traje chaqueta rosa palo de Hugo Boss cuando se reunió con la asociación de mujeres prostituidas APRAMP al inicio de la pandemia? ¿O el look de 2018 la misma marca alemana que la prensa calificó como “el más fallido” de la reina cuando acudió a celebrar el Día Mundial de la Salud Mental, organizado por la Confederación Salud Mental España?

Pero volvamos al trapo. Y nunca mejor dicho. La ropa en su caso siempre es un ‘sold out’ en cuanto se publica en prensa. Letizia convierte en oro todo lo que toca, en lo concerniente a la industria de la moda. Y no es frivolidad. No hablamos de una reina ‘gastona-con-la-que-está-cayendo’, sino de una royal que apoya un bastión de la economía. El sector de la moda representa un pilar económico y social de nuestro país. Las empresas del sector son un dinamizador económico fundamental, generando el 2,8% del PIB nacional y contribuyendo en un 4,1% al mercado laboral. Toda la cadena de valor contribuye a generar este nivel de actividad: desde la producción textil y confección hasta la comercialización de las prendas, pasando por otros agentes vinculados como logísticos o intermediarios, que dependen en gran medida de la actividad generada por el sector de la moda. Además, su relevancia traspasa nuestras fronteras: suponen el 9% de las exportaciones y atraen el 13% del turismo mundial de compras.

Sí, hay quien viene con la lista de deseos repleta de los looks de Letizia según aterrizan en Barajas, en Barcelona o en Palma. Esto lo sabe bien Bruno Borrallo, de la firma gallega Whittelily. Sus capazos, hechos en Oleiros donde viven los jefes de Inditex, son un Must Have cada vez que doña Letizia pisa Palma. Borrallo ha contado más de una vez que les han contactado de Estados Unidos o Rusia para conseguir el mismo modelo que el de la reina. Las marcas agotan sus modelos y complementos si ella (o su estilista Eva Fernández) los eligen. No solo le pasa a Felipe Varela, modista de cabecera de la esposa de Felipe VI, que preside su vestidor con fuerza desde que ella le diera ese lugar especial al elegir al diseñador para la coronación de su esposo. Cualquier complemento, por nimio que sea, triunfa y agota. No hay mejor prescriptora de estilo que ella. Riánse de las influencers. Ella llega también a los que no tienen Instagram.

Ahora Letizia ha dejado de estrenar por regla general. En pleno julio en la gira que hicieron los reyes por las Comunidades Autónomas en su parada en Canarias, optó tímidamente por un modelo de Zara verde agua nuevo. Y aunque era de rebajas (25,99 euros) prefirió dejar de estrenar, sobre todo en actos solemnes. Y eso que estuvo radiante en los Princesa de Asturias en Oviedo con su Delpozo añil. Lo estrenó en diciembre de 2018, en el aniversario del diario As, y lo repitió en un encuentro posterior en París con el presidente Macron. Y poco más.

Apunten el dato: el sector de la moda genera 6.000 millones de euros en impuestos: 3.700 millones en IVA, 2.000 millones en cotizaciones a la Seguridad Social y 330 millones en Impuesto de Sociedades. Estas son las conclusiones de un informe realizado por la consultora Ernst and Young, en colaboración con Boston Consulting Group, analizando el impacto de la Covid-19 en el sector de la moda en España. Esta entidad lo tiene claro: “El impacto de esta crisis se prolongará más allá del periodo de confinamiento, generando así un problema estructural en el sector”.

Añaden los consultores que en el conjunto del año 2020, se estima que se destruirán alrededor de 75.000 empleos y que los cierres de empresas supondrán un cuarto de la facturación del sector”. Si Letizia tiene ocasión de estrenar, y volver a llenar portadas con sus estilismos y tiendas online y físicas de personas interesadas en copiar su look, la ocasión perfecta es esta sexta edición de los Premios Nacionales de la Industria de la Moda, que concede el ministerio de Reyes Maroto y tienen un premio especial para la empresa gallega Bimba & Lola, que tanto le gusta.

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