Madurar es eliminar del carácter esos elementos que siempre han funcionado como un añadido; es simplificar y acercarse todo lo posible al verdadero ser; es, en dedifinitiva, mostrarse de la misma manera con independencia de dónde se encuentre uno. El armario de Victoria Beckham maduró hace tiempo. Fue objeto de una limpieza general en la que se sustituyeron las sandalias de plataforma por mocasines y los minivestidos negros por pantalones amplios y cómodos. Se entiende que este proceso no fue sino la parte visible de una transformación que experimentó su dueña, que pasó de estrella de la canción veinteañera a empreseria de éxito hacia el final de la treintena.
Si Victoria Beckham hubiera seguido luciendo los estilismos de la época en la que formó parte de las Spice Girls cuando subir a un escenario era la última de sus intenciones vitales, habríamos interpretado que algo no funcionaba como debería en Beckingham Palace, y muchos menos en las oficinas de la firma de moda de dirige con mucho éxito.
Victoria Beckham con ‘total look’ de la firma durante el desfile otoño-invierno 2020 de su firma.© GettyImages.
Sucede despacio, pero sucede. Y nos sucede a todos. Primero los colores muy llamativos empiezan a resultarte "muy llamativos". Después los flequillos extraños, las coloraciones capilares lejanas a la tuya y el maquillaje excesivo te producen un rechazo total, inamovible e innegociable; y por último, contemplas tu armario con los ojos de las razón y la seguridad de quien ya se conoce algo y te haces ciertas preguntas como: "¿en qué momento pensé que un vestido con estampado de cebra, escote asimétrico y volantes en la parte inferior me quedaría bien?".
Victoria Beckham no solo ha vivido esta misma metamorfosis espiritual y estilística sino que, como buena artista, la ha trasladado a su oficio: las propuestas de su firma muestran ese cambio, ese paso de mujer joven a mujer sin adjetivos, y lo celebran a través de prendas de corte básico a las que se añaden detalles extravagantes que contra todo pronóstico no llaman la atención.
Y la extraña camisa blanca con la que la diseñadora ha salido a saludar tras la presentación de su colección otoño-invierno 2020 en la Semana de la Moda de Londres es la madre de las piezas descritas en líneas anteriores:
Victoria Beckham con ‘total look’ de la firma durante el desfile otoño-invierno 2020 de su firma.© GettyImages.
1. Por delante, una camisa de corte clásico y perfecta para llevarse con dos o tres botones desabrochados y las mangas ligeramente subidas.
2. Por detrás, una camisa un tanto extraña que cuenta con una sobretela que baja hasta la altura de los omóplatos y funciona como una especie de minicapa.
3. En conjunto, una camisa que dice: "me siento absolutamente fabulosa con una prenda tan sencilla, que además sé que me queda como un guante, y me importa muy poco que el detalle de la parte trasera te parezca raro".
Y si esto no es madurar, que Geri, Mel B, Mel C y Emma bajen y lo vean.
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