La hemos visto pasearse por la alfombra roja de la Gala del Met convertida en un candelabro humano, presentar los premios de MTV con una falda en forma de carrusel, actuar con un vestido bordado con dados gigantes o cubierto de piruletas. Para Katy Perry -como diría Celia Cruz- la vida es un carnaval y por eso, desde que comenzó su carrera, ha tenido muy claro que la ropa era parte crucial de su mensaje (y su personalidad) como cantante.
Una faceta que parece haberse acentuado durante la cuarentena, especialmente desde que anunció que espera un hijo junto a su pareja, el actor Orlando Bloom. Como ella misma ha reconocido, los cambios hormonales han influido mucho a la hora de escoger los últimos conjuntos que la hemos visto lucir. También tener que guardar la distancia social y buscar acercarse a sus fans a través del único recurso disponible estos días: las redes sociales. Ha sido a través de la pantalla y con lanzamientos como el vídeo de Daisies, la primera canción de su quinto disco, que se publicará a finales de este verano, como Perry ha encontrado la mejor forma de transmitirnos su contagioso optimismo.
Precisamente el estampado floral ha sido uno de sus mejores aliados, especialmente las margaritas (como el título de su canción) y este vestido de seda del diseñador británico Richard Quinn fue el que le sirvió para anunciar su primera actuación televisada en directo del single desde el programa en el que participa, American Idol.
Con el jardín de su casa como escenario privado, utilizó también otro vestido con print floral, en esta ocasión uno de Carolina Herrera con escote palabra de honor que dejaba los hombros al descubierto.
La organza ha sido otro de sus recursos infalibles y con el volumen de este vestido verde de la diseñadora Simone Rocha dió en el clavo.
Pero como pasar desapercibida no es algo que disfrute demasiado, los efectos metalizados también le han dado mucha cancha. Especialmente en vestidos tipo poncho como este, de lamé plisado de Balenciaga con zapatos a juego.
Para otra de sus últimas actuaciones y en un escenario completamente virtual, Perry se dedicó a bailar descalza con este minivestido rosa fluor de Valentino.
Con la intención de animar a sus fans e incitarlas a ser “la princesa de su jardín”, la cantante utilizó un vestido de reflejos holográficos con mangas abullonadas y falda de volantes de Batsheba.
Y como no podía ser de otra forma, el humor no se ha quedado fuera del menú estilístico durante de la cuarentena de la cantante, que nos ha regalado varios de sus acostumbrados disfraces, sin perder de vista la actualidad, transformándose en un rollo de papel higiénico o un bote de gel desinfectante.
Con este derroche de imaginación nos demuestra una vez más que el look apropiado, con la dosis adecuada de originalidad y humor, puede animar cualquier situación. Y de paso, estar entretenida durante la cuarentena.
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