El eterno cronista de todos los aciertos y errores estilísticos de doña Letizia, Carlos García-Calvo, ha fallecido este miércoles en su piso de Madrid. Tenía 76 años y ha fallecido por causas naturales. Con una vida a caballo entre Madrid y Valencia, García-Calvo continuaba escribiendo en’El blog de la Reina Letizia’ días antes de fallecer.
El periodista se dio a conocer a finales de los años 90 gracias a su aparición en programas de televisión como ‘Extra Rosa’, presentado por Ana Rosa Quintana y Rosa Villacastín. Así fue como empezó su andadura en el mundo de la moda, revisando y comentando las apuestas estilísticas de las celebridades del momento. Pero ese fue solo el principio en la televisión, poco después comenzó a aparecer en el programa de Marta Robles en Telemadrid como tertuliano y pronto saltó también al papel cuché.
Además de recorrer platós de diferentes televisiones y las redacciones de revistas como Vogue, Marie Claire y diarios como El Mundo o el valenciano Las Provincias hablando sobre moda, el periodista conocía de forma íntima a los diseñadores más relevantes. Desde Manolo Blahnik, hasta Jorge Vázquez, pasando por Lorenzo Caprile, quien se ha despedido de él a través de sus redes sociales con un emotivo mensaje: "¡Hasta siempre querido amigo! Gracias por tantas y tantas cosas: te llevaré siempre en mi corazón. Descansa en Paz". Todos eran amigos cercanos del tertuliano, un privilegiado que podía presumir de codearse con las personas que hacían posible su pasión.
Su experiencia en el mundo de la moda, relacionada con el mundo de la realeza gracias a personajes como la reina Letizia no podía ir acompañada de sabiduría en otra materia sino en protocolo. García-Calvo era un experto sobre lo que se puede hacer y lo que no -en todos los sentidos- en la corte y en las altas esferas y no dudaba en escribir sobre ello, haciendo gala de su arrolladora personalidad socarrona.
A su palmarés se suma interminable lista de obras que escribió, todas relacionadas con el mundo femenino, comoAgenda de la mujer A, El perfecto anfitrión o Te vestiré como a una reina. La última de ellas es una sobre la reina Letizia que aún no ha podido ver la luz, pero que pronto editará y publicará La Esfera de los Libros. Su anterior obra también tenía como protagonista a la monarca y su estilo, y se titula Letizia, la corona es cosa de mujeres.
Quienes le conocían han destacado su ácido sentido del humor y su vastísima cultura. Charlar con él era puro divertimento. Su lengua anabolena -uno de sus muchos hallazgos, al igual que su popular Letizia Watcher, Vigilantes de Letizia, con el que aludía a las blogueras que siguen los pasos estilísticos de la reina- pasaba de comentar los comienzos de Ágatha Ruiz de la Prada durante la Movida madrileña o las andanzas de Wallis Simpson a escudriñar la última toilette, galicismo que él prefería al anglicismo look, de la reina, mientras te recomendaba un libro -en inglés, naturalmente-. Políglota, cosmopolita y mordaz, que te mirase de arriba abajo -censurándote, claro- pertrechado tras sus inconfundibles gafas de pasta era todo un honor. Pero lo peor era cuando te recomendaba un "brushing" urgente. Ahí ya estabas perdido.
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