Pasan los años, se suceden las temporadas, cambian las tendencias y llegan las nuevas colecciones, y una vez tras otra en la pasarela, en la alfombra roja y, por supuesto, en la calle, el escote se convierte en el centro de todas las miradas no tanto por lo que enseña, como por lo que dice. El escote ‘habla’ de seguridad en nosotras mismas, de elegancia y sofisticación, de feminidad, de seducción, de atrevimiento e incluso, como hizo Susan Sarandon en Cannes, lanza un mensaje reivindicativo. Eso sí, para conseguir decir todo eso con nuestro escote, tenemos que llevar el adecuado…
Los escotes tendencia
Escote Bardot
Este escote con nombre de diva también se conoce como ‘off the shoulders’ y volvió hace un par de temporadas para quedarse en nuestro armario y aportar grandes dosis de sensualidad a nuestros looks. La línea de los hombros es la que manda, y favorece sobre todo a mujeres que tienen marcadas las clavículas y unos hombros y un cuello estilizados. Es perfecto para aquellas que tienen un pecho medio o poco pecho, ya que crea una especie de ‘reloj de arena’ con cintura y caderas muy seductor. Eso sí, si tienes mucho pecho, o espalda ancha, intenta huir de ello, pues crea un efecto óptico que lo multiplica.
Escote ‘side boob’
Este verano, el escote lateral viene pisando fuerte, aunque quizá no todas nos atrevamos con él. Para las que no lo tengáis localizado, el ‘side boob’ es ese que no centra la atención en el pecho ni en la espalda, sino en la zona de las costillas, con una sisa muy baja (que puede llegar incluso hasta la cintura) y deja a la vista una zona que, si no tienes cuidado, puede llegar a ser un poco indiscreta. Eso sí, aunque es súper sofisticado y muy favorecedor, solo es apto si tienes un pecho firme y en su sitio, ya que no permite llevar sujetador.
Escote a la espalda
Desde hace unas cuantas temporadas, el escote a la espalda es el rey de los escotes. Más o menos pronunciado, en uve, caído… su embrujo ha saltado de la alfombra roja incluso a la moda nupcial, y es que es una de las apuestas más sofisticadas y a la vez, con un toque muy sexy. Eso sí, olvídate de lucirlo si también llevas escote delantero, ya que el exceso nunca es bueno. El escote a la espalda normalmente ‘obliga’ a no llevar sujetador, por lo que suele quedar mejor a aquellas mujeres que tienen un pecho bien formado y no precisan de este.
Escote ‘halter’
Atado al cuello, este tipo de escote favorece más a las mujeres más altas y espigadas. Además, es perfecto para las mujeres con poco pecho (ya que lo realza), o para aquellas que tengan los hombros anchos (ya que estrecha la figura concentrando la atención en la parte central del torso).
Escote asimétrico
Los hombros son los grandes protagonistas en este caso, y crea una imagen armónica con la cintura y las caderas, por lo que es perfecto para mujeres con curvas, así como para aquellas que no tengan demasiado pecho, ya que ‘desvía’ la atención hacia el conjunto de la silueta.
Los clásicos de la alfombra roja
Escote palabra de honor
Este clásico entre los clásicos es el mejor aliado de la alfombra roja, pero no favorece a todas, por mucho que las celebrities se empeñen en ello. Olvídate de esta forma si tienes demasiado pecho porque lo exagera, pero también si apenas tienes, ya que te hará parecer aún más plana. Solo está indicado para aquellas mujeres con un pecho intermedio.
Escote en uve
Es una de las apuestas más sensuales, pues insinúa sin enseñar. Está recomendado para las mujeres con no demasiado pecho, ya que lo potencia y acentúa las curvas. Además, alarga el cuello y estiliza la parte superior del torso. Eso sí, si tienes mucho pecho (¡hola, Kim Karsashian!), mejor no elijas este tipo de escote, ya que corres el riesgo de caer en el exceso más soez.
Escote corazón
Se puso de moda en los ’60, tuvo un brillante resurgir en la década de los ’80, y durante un tiempo cayó en el olvido. Poco a poco va resurgiendo de sus cenizas, ya que es un gran aliado para las mujeres con bastante pecho, ya que lo realza, pero dándole más forma que el corte recto del palabra de honor, al tiempo que estiliza los hombros y el cuello. Acompáñalo de un collar con lágrima que caiga hasta su mismo borde, y desatarás pasiones allá donde vayas.
Escotes sencillos para el día a día
Cuello a la caja
Es uno de los escotes más fáciles de llevar, ya que se trata de un escote cerrado que nos favorece tanto si tenemos mucho, como si tenemos poco pecho. Eso sí, es mejor optar por él si tenemos un cuello estilizado. Si superpones un collar potente, conseguirás un efecto muy sofisticado.
Escote cuadrado
Es el ‘escote comodín’, ya que nos favorece a todas las mujeres prácticamente, ya tengamos mucho o poco pecho, el cuello más o menos alargado, y las espaldas más o menos anchas.
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