Entre la imagen de Penélope Cruz con un vestido mini rojo, un bolso de goma y una trenza despeinada en Jamón, Jamón (Bigas Luna, 1992) y la de Penélope Cruz con un vestido camisero negro, un carro de la compra y un moño deshecho en Volver (Pedro Almodóvar, 2006) han transcurrido 14 años y toda una carrera, la de la actriz española mejor posicionada en el panorama internacional.
La primera colgaba de todos los murales de inspiración de las principales marcas en 2017. Estamos tan seguras como que el jelly bag irrumpió la lista de deseos de las entendidas en tendencias como si de un Birkin se tratara. La segunda se ha colado en los archivos de Rouje que admiran la belleza andaluza y proponen el personaje de Raimunda como icono estético de la temporada. En ambas, la protagonista repite dos complementos que, en vista de las pruebas, no han pasado ni un poquito de moda. Por un lado, los pendientes de aro. Por otro, las alpargatas con cuña.
El calzado que marca el inicio de la primavera antes de lo que indica el calendario (20 de marzo de 2020) fue un ¿antojo?¿visión? del genio Yves Saint Laurent que quedó prendado con los zapatos de los obreros y de los artistas como Dalí al que era raro ver con otro calzado por Cadaqués. Allá por los años 70, en una feria celebrada en París, el modista le pidió al matrimonio Castañer que añadiera esa plataforma progresiva a sus diseños para incluirlos en su próxima colección. "Si Saint Laurent quiere una alpargata con cuña, la tendrá", respondería Lorenzo Castañer antes de hacer historia.
© Carola de Armas
Desde entonces las han llevado Audrey Hepburn, Lauren Bacall, Brigitte Bardot por la Costa Azul, Gwyneth Paltrow por el sur de Italia en El talento de Mr Ripley… Una lista que completan las mujeres con más estilo alrededor del Mediterráneo. Y cada año se repite el mismo fenómeno: antes de que el primer almendro de la Quinta de los Molinos florezca, antes de que nos haya dado tiempo siquiera a pensar en la primavera, cientos de madrileñas peregrinan a Antigua Casa Crespo, de donde salieron las alpargatas de tiras negras de Penélope en Volver, a Casa Vega y a Casa Hernanz; mientras miles y miles de chicas en todos el mundo buscan las alpargatas bicolor de Chanel que mejor quedan con los vestidos largos de primavera.
Ese pico de interés en las también llamadas espadrilles o espardeñas anuncia la llegada del buen tiempo con la misma precisión que la caída de las hojas sugiere que se acerca su ocaso. ¿Y por qué ese diseño en concreto? Porque combina lo mejor de los zapatos destalonados que Coco Chanel inventó como calzado de diario con lo mejor de los primeros zapatos tendencia de la temporada cálida.
Es decir, la capellada en color visón para alargar visualmente las piernas, la puntera de color negro para disimular posibles rozaduras y la suela de esparto o yute que aligera el zapato y contribuye a su ventilación.
A estas cualidades, Zara añade una más, la misma que el maestro Saint Laurent. A saber, una cuña de yute que eleva el estilo y el ánimo como unos tacones de 10 cm, pero sin escatimar en comodidad, gracias a su plataforma. Además, la suela está rematada por caucho para que no se estropee en superficies mojadas.
© Cortesía de Zara
Alpargata bicolor con cuña de Zara. COMPRAR
Si España se preparar para vivir un "tráiler" de junio en marzo con temperaturas de hasta 33º, los títulos de crédito deberían incluir algunos agradecimientos a Zara y otras tiendas previsoras cuyas colecciones ya disponen del primer calzado tendencia de la primavera:
Las 10 primeras alpargatas con cuña en llegar a las tiendas para alegría de nuestros vestidos largos.
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