La sostenibilidad y la conciencia social se han convertido en dos de las firmes apuestas de nuevas empresas textiles que, con grandes dosis de creatividad y diseño, también ponen en los primeros puestos de su lista de objetivos su interés por cuidar del planeta y del bienestar de todas y cada una de las personas que forman parte del proyecto. Algo que está muy presenta en la firma ‘O Mareta, que nos ha enamorado por sus vestidos blancos, perfecto para aquellas novias que adoran el slow life.
‘O Mareta, una firma recién llegada al mundo de la moda, firma este vestido de manga asimétrica y lazo el en hombro izquierdo, de largo tobillero y manga abullonada en el puño y en el hombro que es pura inspiración para las novias que buscan un diseño atemporal y que quieren que el vestido tenga vida más allá del día de la boda, y que pase a formar parte de su fondo de armario. El modelo, bautizado como Donna, cuesta 99 euros y promete colarse en la wishlist de muchas novias.
La firma ha sido fundada por Marta Ferro, una estudiante de diseño sevillana de 22 años, que apuesta por promover una moda ética, responsable y sostenible y tienen un firme compromiso a la hora de generar empleo femenino local de calidad, con el fin de lograr una sociedad más justa. Su primera colección lleva por nombre A new story y es un conjunto de piezas que ella define como: «una colección inspirada en la luz y el color del verano. Quería reflejar la alegría de esta época pero también la alegría que representa esta colección para las mujeres que la han realizado y que comienzan así una nueva historia».
Marta se refiere a la cooperativa formada por mujeres en riesgo de exclusión que cortan y cosen cada una de las piezas, pues ellas son parte esencial del proyecto. «‘O Mareta nació durante el confinamiento, tenía claro que quería crear una marca con un valor social. Conocí a la Fundación Don Bosco y su proyecto Occhiena, con el que forman a mujeres en riesgo de exclusión social en el Polígono Sur de Sevilla, y tuve claro que ellas tenían que ser parte del proyecto».
Lo que Marta no tenía tan claro era el nombre de la firma, pero su madre acudió en su ayuda. Fue ella la encargada de sugerirle que la firma llevara su propio nombre traducido al hawaiano: de ahí viene ‘O Mareta, una firma pensada para todas aquellas mujeres que se identifican con la elegancia atemporal.
«Me inspira la elegancia, echo de menos esa elegancia que encuentro en fotos antiguas de mi abuela y de mi madre, esa mujer que aboga por un estilo sencillo y clásico a la vez, a la que le gustan las líneas fluidas», explica. Y tiene claro que hoy se dirige a todas aquellas mujeres que valoran la filosofía de la marca.
Marta se fija como objetivo que sus prendas sean versátiles y estén hechas para durar, quiere que cada uno de sus diseños se asocie a ropa atemporal, de calidad, sencilla y elegante. Así entiende la moda, alejada de la vorágine que pone a la venta nuevos diseños cada tres semanas. Ella quiere ir «a un ritmo más lento», observando a las clientas, viendo que quieren e introduciendo aquello que necesiten.
Con la tienda online recién estrenada, ‘O Mareta promete convertirse en uno de los referentes del panorama de moda slow nacional. Talento y ganas de cambiar la industria no le faltan a Marta Ferro.
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