J. W. Anderson consigue colar en nuestro armario todo lo que se propone. No hay proeza demasiado difícil para el diseñador irlandés, pues a lo largo de su carrera ha conseguido que los chicos adopten tendencias otrora impensables en el armario masculino y que nosotras adoremos los bolsos con pírcing, las Converse de purpurina (primero) y las de doble plataforma (después). En concreto, sus colaboraciones con la mítica marca de zapatillas deportivas han creado un vicio: cada temporada esperamos con ganas sus novedades. Pero hoy el amor constante que sentíamos por sus zapatillas ha encontrado un férreo competidor: el flechazo fuerte e instantáneo que ha supuesto toparnos con sus (nuevas) bailarinas planas.
Las hemos avistado por primera vez en su último desfile, presentado esta mañana en el marco de la Semana de la Moda de Londres en el que se han dejado caer modelos como Kaia Gerber (en pasarela) o Veronika Heilbrunner (en el front row). La bailarina en cuestión – de color amarillo pastel, de piel suave y decorada con una pulsera tobillera con efecto joya – ha sido la protagonista de la colección solo eclipsada por la poesía de un sinfín de vestidos fabulosos.
© Isidore Montag / Gorunway.com
Lo dicho: J. W. Anderson vuelve, por enésima vez, a cambiar las reglas del juego estético y a proponer un viraje rotundo en las tendencias venideras, que dejarán de lado las alturas complejas de las plataformas modernas para abrazar la comodidad más práctica de unas bailarinas minimalistas. Estos zapatos planos están orientados a ponerse a la venta (y a la moda) a principios de otoño, pero no podemos más que desear muy fuerte que el lanzamiento se adelante a la primavera.
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