¿Dónde sino en Zara podríamos encontrar *ponga aquí la pieza de vestir más insólita que le parezca*? Y a ello podemos añadir: da igual cuándo se lea esto. Nosotras hoy la formulamos añadiendo a la oración el siguiente complemento directo: un zapato más cercano al terreno de los milagros extraterrenales que de la realidad práctica: unos botines cowboy más elegantes que unos zapatos dorados de tacón alto pero infinitamente más cómodos. Se abren las apuestas: ¿habrá conseguido Zara – la reina de todos los milagros – diseñar y producir tamaña proeza?
"¿Sabéis con y de quién estáis hablando?", concluirán muchos fans de la tienda despejando cualquier duda que pueda enturbiar el saber hacer de la marca gallega. Nosotras, al hilo de esta pregunta (retórica), añadimos que aquí tenéis la materialización del mencionado sueño. Para gozarlo.
© Cortesía de Zara
Era muy difícil hacerlo mejor. Zara acaba de añadir a su amplísima colección de botas y botines de factura western un nuevo modelo metalizado que combina el negro, el dorado y el verde oscuro y que, como introducíamos, alcanza – cuanto menos – y supera – cuanto más – en sofisticación al más elegante de los zapatos con tacón de aguja.
No podemos negar que el zapato – curioso, extravagante y sobresaliente – puede suscitar alguna que otra duda estilística. La principal y más fácil de despejar es: ¿con qué se combinan estos botines? Nosotras apostamos por jugarlo todo a prendas de color negro, para que su neutralidad permita brillar a los botines más supersónicos de Zara todo lo que se merecen. Hemos escogido estas cuatro piezas:
· Un vestido corto de silueta años 60, de Valentino
© Cortesía de MyTheresa
· Una falda lencera, de Gerard Darel
© Cortesía de Gerard Darel
· Un vestido gótico-romántico, de Stradivarius
© Cortesía de Stradivarius
· Unos pantalones de piel sintética, de Stella McCartney para MyTheresa
© Cortesía de MyTheresa
Después de cuadrar en nuestras mentes los botines metalizados de Zara con los estilismos propuestos, estos ya se van antojando menos complicados, más accesibles… más ponibles. Eso sí, igual de especiales.
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