No es fácil poner de acuerdo a mujeres tan estilosas como Sassa de Osma, María de la Orden, Eugenia Silvia o Lulú Figueroa, pero la firma Valeria Cotoner ha conseguido enamorarlas con sus llamativas prendas atemporales de coloridos estampados que siempre sientan bien y su apuesta por la sostenibilidad y la artesanía. Una marca que nació justo después de la pandemia, cuando su fundadora, Valeria Castillejo, se sacudió todos sus miedos y decidió probar suerte en el mundo de la moda, su gran pasión.
«Trabajaba en la empresa de flores que cofundé con una amiga en Nueva York y con la pandemia nuestro trabajo se ralentizó. En ese momento vi la oportunidad de dedicarme a lo que más me gusta. Siempre me había atraído la moda y había estado vinculada a ella de alguna forma, pero nunca me había atrevido a lanzarme profesionalmente. El mundo de la moda es complicado y genera mucho respeto y me preocupaba no ser capaz de estar a la altura. La pandemia nos ha cambiado a todos y a mí, en concreto, me ha hecho reflexionar y me ha hecho perder el miedo a ciertas cosas, incluyendo lanzar mi propia marca», nos cuenta su fundadora, Valeria Castillejo, que en el nombre de su firma rinde homenaje a su madre, con quien comparte nombre, y a su abuela, apellidada Cotoner.
Antes de llegar aquí, Castillejo había trabajado en el mundo de las flores y también en el de las joyas, dos valiosas experiencias para esta aventura: «Considero ambos sectores la máxima expresión del lujo, me han dado una visión estética muy exigente, una sensibilidad con el uso y combinación de colores y un trato directo con el cliente muy especial, en ambos sectores trabajaba diseñando conjuntamente con ellos intentando adaptar mi gusto a sus necesidades», reflexiona.
Su marca es un soplo de aire fresco dentro del panorama nacional: una firma en la que predominan el color y los estampados. «Me gusta crear contrastes, entre lo clásico y extravagante, para así conseguir prendas especiales y diferentes. Busco resaltar la identidad de las mujeres que van vestidas con un Valeria Cotoner, nunca disfrazar y, sobre todo, que le den utilidad y personalidad a la ropa, dependiendo del gusto se puede interpretar de una forma u otra», explica.
En su propuesta se combinan vestidos amplios y caftanes con faldas evasé, sofisticados tops, blusas con mangas abullonadas y pantalones amplios con precios que oscilan entre los 200 y los 400 euros. El algodón es el tejido estrella de la mayoría de los diseños, en diferentes gramajes y acabados, pero 100% orgánico, suave y de la más alta calidad, en ocasiones combinado con el lino para crear cuerpo y dar caída a las prendas.
La artesanía y la sostenibilidad son dos de las apuestas claras de la marca. Valeria Cotoner apuesta por un producto de calidad duradero alejado del concepto de fast fashion y utiliza tejidos orgánicos y técnicas de tinte que no contaminan, reciclan el packaging y realizan producciones limitadas y no muy grandes. La ética social de la empresa también juega un papel relevante: la logística la gestiona la Fundación Aprocor, una organización que emplea a personas con discapacidad.
En cuanto a la artesanía, Valeria Castillejo lo tiene claro: «He querido preservar las técnicas artesanas y que no se pierdan, fomentarlas y valorarlas. Con el fast fashion, muchas de estas técnicas se han ido perdiendo, puesto que muchas potencias de la moda han preferido apostar por ofrecer inmediatez y precios competitivos al consumidor. No tengo ningún interés ni capacidad para competir contra estos gigantes, he querido crear un concepto de marca diferente, una marca de lujo cuidada, donde prime la creatividad y puedas encontrar prendas que tengan algo diferente«. En cuanto a la producción, buscan escoger el mejor taller dependiendo del tipo de prenda que se vaya a confeccionar, y tienen talleres en Madrid, Galicia, Lombardia, Jaipur e Hyderabad.
Una de sus bestseller de la temporada ha sido la falda y el top Motif, con motivos estampados en azul y violeta que lucía Sassa de Osma en su feed de Instagram y que poco después también llevaba María de la Orden para una jornada en alta mar.
https://www.instagram.com/p/Cg_XzXpNigS
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A la pregunta de qué mujer le inspira contesta sin titubeos: «Pienso en muchas mujeres y cada una con una personalidad y estilo muy diferente. Desde una mujer más femenina, coqueta y clásica, a otra con un aire mas desenfadado y bohemio o una mujer mas extravagante con un estilo propio muy característico. Eso sí, todas ellas tienen un factor en común y es que son mujeres sofisticadas, que saben lo que es bueno y de calidad», reflexiona la diseñadora.
Sus prendas se pueden comprar en la web www.valeriacotoner.com, en El Corte Ingles de Serrano y en el hotel Cristine Bedfor en Menorca.
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