En los Globos de Oro de 2020, Zoë Kravitz se convirtió en la mejor vestida de la alfombra roja. Todos los medios de comunicación, así como el público común, la entronizaron como tal gracias a un vestido en combinación de lunares de Saint Laurent. Su maquillaje y su apetecible corte de pelo también la auparon al premio. Hoy, un mes después y en Londres, Zoe Kravitz también está haciendo muchos números para convertirse en la invitada más elegante de la noche, hoy en los Premios Bafta 2020. ¿Cómo? Saltándose todas las normas establecidas y cambiando las reglas de lo que tradicionalmente se consideraba el código estético correcto de estas ceremonias.
La actriz ha llevado un look que dice (¡grita!) dos cosas muy claras a tener en cuenta para futuras alfombras rojas:
– Que el vestido dorado, de escote cerrado y efecto armadura es el nuevo vestido negro elegante de toda la vida.
– Y que el pelo (muy) corto es el nuevo melenón XL.
© Getty Images
Su vestido de Saint Laurent brilla con fuerza propia gracias a muchos metros de tela colmadas de pailettes doradas, pero también lo hace a través de todo aquello de lo que carece. En ese sentido, en la pieza de Zoë no hay escote, no hay cola larga, no hay corte sirena, no hay colores pastel, no hay color rojo, no hay color negro (ese color que siempre funciona). No hay, en definitiva, nada de todo aquello a lo que las alfombras rojas nos tenían acostumbradas. Asimismo, en su look de belleza tampoco hay ese melenón XL peinado con ondas que todas las actrices soñaban con llevar, sino un impoluto pelo corto peinado con raya en medio.
Las chicas que dominarán el mundo de las tendencias incluirán esos dos preceptos estéticos en su día a día y rescribirán la definición de la elegancia. Palabra de Zoë Kravitz.
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