QUÉ HA PASADO
• Fatih es dado de alta y al fin regresa a su casa.
• Nazar pide a Esma que lleve su divorcio.
• Vedat es drogado, raptado y encerrado en una cabaña.
Saniye continúa empeñada en no perdonar a su nuera. La señora sigue culpándola del disparo que recibió su hijo y de todo lo malo que ha ocurrido en su vida en los últimos meses. Fatih y Murat, hartos de la intransigencia de su madre, deciden marcharse a vivir a la empresa. “Allí tenemos unos colchones, los pondremos en las oficinas y dormiremos”, comentan los mellizos. Mustafá, lejos de ponerles un alto, los apoya y reta a su progenitora. “Al final te quedarás sola si continúas con esa actitud, te lo he avisado muchas veces”, explica enfadado. La mujer no cede ante estas palabras y le asegura que pronto le rogarán perdón por haberse portado tan mal con ella.
Por otro lado, Ösman disfruta de una tranquila tarde en su hogar cuando aparece Friket. El señor ha hecho buenas migas con el imán o por lo menos así lo finge. Cuando empiezan a hablar del pasado, el visitante no puede evitar que, de nuevo, aparezca en su mente el rostro de Gülendam.
Berrak y Asiye son llevadas a prisión
Durante la tarde y tras una intensa conversación, Tahir logra que su esposa le dé una segunda oportunidad: “Te prometo que no te arrepentirás, haré lo que sea para que te conviertas en la persona más feliz de este mundo”. La pareja, junto con Yigit, pasa lo que queda de día en familia, disfrutando como hacía tiempo. Incluso, pasan la noche juntos. “No quiero separarme de ti. Eres lo más importante de mi vida, además de mi pequeño. Gracias a ti volví a sonreír”, asegura ella.
Al amanecer, su dicha se viene abajo cuando unos policías aparecen en la puerta de su casa. Los agentes buscan a Nefes por ser una de las autoras del secuestro de Vedat. Sin que Kaleli pueda hacer nada por impedirlo, se llevan a su amada esposada, mientras esta solo le pide una cosa: “Cuida de nuestro hijo, no dejes que le pase nada. Eres lo único que tiene, confío en ti más que en nadie, mi amor”. Cuando llega a prisión, se encuentra con Berrak y Asiye, que también han sido encarceladas: “Cometimos el gran error de infravalorar a tu exmarido. Pensamos que se quedaría quieto después de haberlo privado de su libertad. Ahora mi bebé nacerá entre rejas, Dios mío”, dice desesperada la segunda mujer.
En la casa de los Dağdeviren, Mercan aconseja a Nazar que se dé finalmente una oportunidad con Murat. “Es un buen chico y tú lo amas, entiendo que nuestro padre no lo quiere, pero es tu vida”, explica. La enfermera toma en cuenta las palabras de la joven, pero se niega a seguir su consejo, pues no quiere dañar a su progenitor más de lo que ya lo ha hecho. La conversación se ve interrumpida por unos oficiales, que también se las llevan presas por el rapto de Sayar. Se unen así a sus tres cómplices en su estancia en prisión.
Esma deberá hacer frente a un caso difícil
Al saber que sus dos hijas han sido trasladadas a comisaría, Türkan se desmorona y se lo comunica a Cemil. El hombre recibe el impacto de la noticia peor que su esposa y termina desmayándose. Horas más tarde, ya recuperado, se presenta en las dependencias policiales para averiguar cómo marcha la situación. Allí también están todos los Kaleli, incluida Saniye. Esma es quien sale a su encuentro. “Posiblemente las cinco no puedan salir hasta que se celebre el juicio y se dicte sentencia”, explica la abogada, que se hará cargo de la defensa. La información cae como un jarro de agua fría para ambas familias y comienzan a llorar. Al contrario, Vedat celebra su victoria: ver a sus secuestradoras pagando por su delito le llena de euforia.
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