QUÉ HA PASADO
• Azat rechaza casarse.
• Zehra obliga a su esposo a acusar a Miran.
• Elif se confiesa con Sultán.
Aprovechando que su suegro está solo en la sala de curas, Miran entra para pedirle explicaciones: “¿Por qué mentiste a tu hija? ¿No ves que es a ella a quien dañas?”. Todavía débil, Hazar responde airado que debe protegerla de Azize. “No es de mi abuela de quien debes alejar a Reyyan, sino de tu padre. Intentó matarla”, recibe por respuesta. Ante esa acusación, el enfermo manda llamar a Nasuh. “Ahora vas a compensar ese daño llevándotela de vuelta a la mansión y aceptándola como a una más”, exige a su padre. Resignado, el patriarca acepta, sin sospechar que Miran está siguiéndolos.
Gül avisa a su madre de una pelea en la casa
La familia Sadoglu recibe de forma muy dispar a su ‘nueva’ inquilina. Esta, ignorando las protestas de su prima Yaren, se retira al cuarto. Allí, Miran, que la espera escondido, la sorprende. “Es peligroso estar aquí. Vuelve conmigo. Todo saldrá bien”, le suplica. Mientras trata de convencerla, Azat irrumpe inesperadamente. “¿Qué estás haciendo aquí? ¡Fuera de esta casa!”, grita al descubrirlo, llamando la atención de los demás.El escándalo despierta también a la pequeña Gül, que asustada llama a su madre.
Pistola en mano, Nasuh se dirige amenazante hacia Miran: “Tengo derecho a acabar con tu vida, pues tú lo intentaste con mi hijo”. Por suerte, Firat, a quien Yaren ha avisado, se presenta también armado y pone fin a la pelea. “Es de locos querer matar a quien salvó a Hazar. Miran donó su sangre para él”, afirma dejando a todos atónitos.
En el palacio Aslanbey, Esma recibe la visita de Firat, quien sospecha que sabe más de lo que dice. “¿Cómo era la relación de Dislah y su esposo? ¿Qué te contaba de Hazar?”, pregunta el joven, pero no consigue sacarle una palabra. De todas formas, casi no hace falta: su cara la delata.
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