QUÉ HA PASADO
• Tahir se enfrenta a su madre por todas sus mentiras.
• Esma y Alí reciben, felices, una importante noticia.
• Friket intenta controlar la agresividad de Vedat.
La relación entre Saniye y Tahir ha mejorado con el paso de los días. Tras el enfrentamiento que tuvieron al descubrir que no era su madre, han vuelto a conversar, más calmadamente, y parece que han arreglado sus diferencias. “Tú no me diste la vida, pero es cierto que me has criado durante todos estos años. Si soy una buena persona es gracias a ti. Lamento que no me dijeras la verdad antes, pero entiendo tus razones”, explica él.
Además, la señora se ha dado cuenta de que su familia es lo más importante para ella y que si sigue con su actitud autoritaria perderá a sus seres queridos. Así pues, decide firmar la paz con Nefes de una vez por todas y le pide perdón por haberle hecho la vida imposible desde que llegó a sus vidas: “No me di la oportunidad de conocerte. Te juzgué por ser una divorciada y me arrepiento.
Las cosas que nos han pasado no han sido culpa tuya, sino de Vedat. Él es el responsable de todo”. La joven acepta sus disculpas de todo corazón y la abraza: “Gracias por tus palabras, las necesitaba”.
Türkan sufre al ver cómo su familia se desmorona
A la noche siguiente, Murat toma una drástica decisión. No está dispuesto a casarse sin la bendición de sus suegros, por lo que va a su casa para pedirles oficialmente la mano de Nazar. Su madre y el señor Ösman lo acompañan. El último es quien comienza a hablar. “Hemos venido a esta morada para brindar por el amor que esta joven pareja se profesa. Están en todo su derecho como personas libres de unirse en matrimonio y nos gustaría contar con su aprobación para celebrar el enlace”, explica el anciano a Cemil. Este, lejos de mostrarse amable y apaciguador, echa en cara a sus invitados su osadía. “Ya dije en su momento que jamás permitiría que mi hija se casara con un Kaleli y no cambiaré de opinión”, sentencia.
Acto seguido, los expulsa de su domicilio: “No deseo volver a veros por aquí, no sois bien recibidos”. Luego, coge a Nazar por el brazo y la echa a la calle: “¡Vete con tu novio y a mí déjame en paz!”. Türkan observa la escena destrozada e intenta acercarse a la joven, pero su marido se lo impide. “Por favor, reacciona, es sangre de tu sangre, no la trates así. Yo la quiero con toda el alma”, dice la mujer, aunque sus lamentos no surten efecto.
Por otro lado, Nefes y su esposo se han quedado en su vivienda cuidando de su sobrina Balim y de Yigit. La chica se halla entusiasmada, pues por primera vez es mucho tiempo se siente plena. Horas más tarde, acuesta a su pequeño hijo en la cama, lo arropa y le canta una canción. El niño le cuenta lo dichoso que es estando con su nuevo papá: “Me siento muy protegido y creo que aquí está nuestro hogar. Gracias por luchar siempre por mí, estoy feliz de haber regresado al fin”.
Friket está destrozado por la muerte de su hijo
Lejos de allí, Friket está destrozado. El hombre siente una gran culpa por haber asesinado a su propio vástago. Este estaba apuntando con un arma a Tahir e iba a matarlo y no tuvo más remedio que disparar para detenerlo. La bala impactó directamente en el corazón de Vedat. “No podía consentir que siguieras haciendo daño”, susurra amargamente mientras mira el cielo.
Mientras, Asiye ha convencido a Mustafá de que la invite a una cena romántica. La mujer se queja ante su esposo de que ya no la consiente. Él se desespera porque ya no sabe cómo tratarla y hacerle ver que la ama. “A este paso me moriré de un infarto”, piensa.
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