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Maite Galdeano y Kiko Jiménez están esta semana en la cuerda floja y para conocer algo más a los granjeros, Pesadilla en el paraíso les ha propuesto un juego de sinceridad a cambio de varios platos de comida que, teniendo en cuenta el hambre que están pasando debido a la escasez en la variedad de alimentos, ha hecho que se les desatara la lengua.
En una cena de tres platos, suegra y yerno se han sometido a dos preguntas cada uno para ganarse el derecho de comer cada uno de ellos. Un cena que nos ha dejado conocer algo más la relación de ambos que no empezó del todo bien pero que con el tiempo se ha hecho cada vez más estrecha como han demostrado en el paraíso: «la verdad que me daba miedo al principio porque convivir con Maite no es fácil pero nos ha venido bien», apuntaba Kiko. Un entrante de ibéricos, un plato de croquetas,
Para conocer secretos jugosos de la relación de ambos, el programa ha preguntado por los motivos que les llevó al inicio de su relación a llevarse tan mal y si esto continuaba. Tanto es así que Kiko ha confesado el motivo por el que Maite le daba vergüenza ajena al principio de conocerla. «Me daba vergüenza ajena cuando hablaba de la limpieza anal, se podía tratar de otra forma no tan vulgar», algo que ha cambiado pues la al conocerla «también me he soltado la melena. Ahora ya no me da tanta vergüenza, aunque hay veces que le llamo la atención».
Por su parte, Maite recordaba que «al principio pensaba que era un chulo, no confiaba en él y pensaba que se acercaba a la luz bonita e intensa de Sofía pero con el tiempo me he dado cuenta de que es trabajador y lucha por lo suyo, me tranquiliza porque sino no lo soportaría». Eso sí, ahora mismo hay un rasgo que no soporta de su yerno: «que me haga pulsos a tacañez porque es muy agarrado», algo que Kiko responde que es heredado: «¡me lo has pegado tú! Yo antes invitaba, ahora ni saco la cartera».
Aunque las confesiones no habían hecho más que empezar, Maite comenzaba a picarse un poco con las revelaciones de Kiko aunque él se lo tomaba a broma pues todo había quedado atrás. Así, Maite recordó el tonteo de Kiko Jiménez con Estela en un reality o Kiko señalaba que Maite podría estar perjudicando la imagen de su hija «en ocasiones porque a lo mejor hay apariciones públicas en televisión que a según qué marcas se puede malinterpretar». Algo que Maite no ha entendido: «en el trabajo no tiene porqué influir que yo sea Maite y no lleve anillos o me pinte las uñas».
Y es que, aunque Maite comenzaba tranquila se empezaba a calentar rápidamente y destacaba que sí que había intentado romper la relación en varias ocasiones aunque desmentía que fuera la autora de los audios que se revelaron criticando a la madre de Kiko Jiménez. No en cambio, ella sí que fue la autora de los audios en los que criticaba a Sofía: «había una persona que nos traicionó y cuando participé en GH se desahogó con esa persona porque estábamos todos a la defensiva«, explicaba Kiko, «ya te digo que mi hija no da la patada a ningún hombre porque si ama, ama de verdad», respondía Maite tajante.
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