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Silvina Magari ha sido la sexta y última expulsada de Pesadilla en el paraíso 2. La segunda edición exprés de este concurso ha llegado a la recta final y la cantante se ha quedado a las puertas de la final siendo la última expulsada del concurso frente a un duelo con la influencer Mar López. Minutos después de conocer la decisión del público, la cantante se ha dirigido al plató de Pesadilla en el paraíso para hacer un repaso de su concurso, en el que ha vivido todo tipo de experiencias.
La concursante ha entrado como un torbellino al plató yendo directamente a abrazar a Carlos Sobera, que se encontraba frente a la puerta, tras lo que Sobera le ha dirigido rápidamente hacia su novio y defensor en el concurso, Dani, a quien abrazaba mientras gritaba de felicidad: «¡Qué guapo!», repetía mientras le besaba.
Nada más sentarse, Silvina ha confesado que tenía muy claro que no llegaría a la final, aunque se haya quedado a las puertas: «si tengo 2.000 seguidores en Tik Tok, ¿qué iba a ganar yo? lo tenía muy claro». A pesar de ello, la cantante no ha podido evitar confesar que le hubiera gustado haber estado en la final: «no solo me hubiera gustado, sino que me hubiera parecido justo».
No obstante, ha agradecido a todo el público el apoyo y ha hecho un repaso por lo que ha aprendido durante el concurso: ordeñar, vivir una gran experiencia, convivir con gente «con la que no me tomaría ni un café e incluso aprender a quererlos», y «a enfadarme porque hay gente que se tenía que enfadar menos pero yo más porque era muy tolai».
La concursante ha sido muy sincera también enfrentando las críticas que ha sufrido en estos días, precisamente, por estos cambios de actitud en la granja pasando de ser una chica que buscaba siempre la paz entre todos sus compañeros, a la más irritable. Unas críticas para las que ha tenido un mensaje muy claro: «si lo vives todo muchísimo está mal, pero lo que está realmente mal es no vivirlo todo muchísimo».
Además, Silvina ha revelado una de las confesiones más divertidas: «¡fui borracha a una prueba de inmunidad!». «Yo estaba a la 1 de la tarde como un español bebiendo tranquilamente y me llaman para una prueba: pues pensé que la gané Montero que a mi qué más me da», confesaba en el plató. Y es que, tal y como confesaba Avilés y hemos podido ver en los vídeos, Silvina se aficionó al vídeo de la habitación del capataz haciendo uso de él cada tarde: «yo no sé cómo os voy a aguantar si me sacan de aquí», llegaba a confesar en la convivencia. Por suerte para ella, se mantuvo cuatro semanas en la habitación.
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