QUÉ HA PASADO
• Genoveva trata de acercarse a David para investigarlo.
• Guillermo corteja a Azucena.
• Dori, la nueva enfermera de Felipe, llega al vecindario.
Después de muchas semanas de trabajo, finalmente llega el día del homenaje a Antoñito y Marina trata de que el patriarca de los Palacios asista al evento. “Van a poner a una plaza el nombre de su hijo y usted no piensa ir. ¿Qué clase de corazón tiene?”, cuestiona la mujer, pero Ramón se niega en redondo a acudir.
Sin embargo, minutos antes de que empiece el festejo hace acto de presencia e, incluso,se anima a subir al escenario y dar un discurso reivindicativo e incendiario contra el atentado anarquista que sorprende a todos los vecinos.
Lolita, por su parte, agradece a su suegro su presencia y se apoya en Valeria cuando la emoción y el llanto empiezan a invadirla.
Luego, la mantequera conoce a Fidel, un señor que igualmente perdió a parte de su familia en la explosión, concretamente a su hijo. “Es duro, pero también consuela conocer a gente que ha pasado por lo mismo que yo”, asegura el desconocido a la mujer y entre ambos surge una conexión inmediata.
Decidido a solucionar los problemas económicos que sufren, Liberto propone a su mujer y a su cuñada vender su hacienda familiar. Las dos, que no quieren desprenderse de ninguna propiedad, dan una negativa por respuesta.
Así pues, el empresario piensa en otra posibilidad y resuelve comenzar a dar clases particulares para ganar dinero extra. Su primer alumno es Guillermo, a quien le interesa mejorar sus conocimientos en matemáticas.
Cuando Rosina descubre lo que su marido está haciendo monta en cólera, pues tiene miedo de que sus amistades sospechen que están en la ruina.
Otra del clan de las Rubio que también tiene sus propias preocupaciones es Azucena, ya que notó a su novio algo frío en la última carta que recibió de él. La joven acaba de recoger una misiva nueva y se aventura a leerla. En esta, su pretendiente termina cualquier tipo de relación formal con ella y la insta a hallar el amor en otra persona. La muchacha, desconsolada, le narra lo sucedido a su madre y a su tía, quienes deciden buscarle un nuevo galán que esté a su altura.
Cerca de allí, Aurelio observa cómo Valeria y David desayunan juntos en la plaza y la complicidad entre ambos es más que evidente. Quesada no puede ocultar sus celos al percibir que parecen una pareja de verdad.
Después, para intentar atraer a la señora de nuevo hacia él, le promete que pronto le hará llegar noticias de su marido. No obstante, esta hace mucho que dejó de creer en las promesas del criollo.
Por su parte, Genoveva desconfía cada vez más de la actitud misteriosa de su esposo con los nuevos vecinos. Asípues, a espaldas de este, se pone en contacto con el detective Cuevas y le ordena que reúna toda la información posible sobre David y un tal Rodrigo Lluch.
Mientras, la amistad entre los sirvientes Marcelo y Luzdivina aumenta con el paso de los días. El mayordomo pide ayuda a la cocinera para realizar un retrato.
A su vez, las cosas no marchen bien entre Alodia e Ignacio. La excriada siente a su amado cada vez más lejos, hasta el punto de que evita ir con ella a ciertas reuniones. José, que también se ha dado cuenta del cambio de actitud de su sobrino, sospecha que puede tener una amante.
Además, Felipe está dispuesto a dar un giro a su vida. Por primera vez en mucho tiempo ha dejado de autocompadecerse y ha salido a la calle para entablar conversación con sus amigos. Dori, su enfermera, está muy contenta.
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