Es quizá la más cercana a doña Cristina, porque, además, son familia. Se trata de su prima Alexía de Grecia, que sigue viviendo en España, en Canarias, junto con su marido, Carlos Morales, arquitecto y regatista, y sus cuatro hijos. Alexía fue con quien doña Cristina compartió piso cuando ambas se instalaron en Barcelona, antes de casarse, para trabajar y proseguir sus estudios, a principios de los años noventa. “Se olvida todo lo que ha hecho por España” confesó la princesa griega a la revista Vanity Fair cuando el preguntaron por el estado de ánimo de la Infanta. Su hermano Pablo, heredero al trono griego, aunque inexistente, es otro fiel defensor de doña Cristina, con quien guarda una relación igualmente cercana.
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Su hermana, la infanta Elena, y su madre, la reina emérita, encabezan este círculo de incondicionales. Ambas han seguido visitando a la familia Urdangarín Borbón en Ginebra, a pesar del distanciamiento de la Familia Real. Son dos de sus grandes apoyos. A las Infantas se las ha visto paseando tranquilamente por Ginebra en varias ocasiones, así como por Vitoria, donde reside la familia de Urdangarín. Incluso el rey Juan Carlos acudió a la ciudad suiza para celebrar el cumpleaños de Iñaki Urdangarín en 2018.
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Otro firme apoyo de la familia son los Urdangarín Liebaert, especialmente el lado materno de la familia, el proveniente de la madre de Iñaki, Claire Liebaert, que alquila, cada verano, una casa en Bidart, cerca de Biarritz, a la que acude toda la familia, para pasar unas vacaciones tranquilas lejos de los focos, desde que La Infanta y Urdangarín dejaron de veranear en Mallorca. A la isla ni siquiera acuden ya los niños para pasar unos días con la Reina Sofía. Y sus primos
Fuera del entorno familiar, su mayor apoyo es Rosario Nadal, la ex esposa de Kyril de Bulgaria, hoy consultora de arte y directora adjunta del museo Jumex, de México DF, y una de sus amigas íntimas desde hace 30 años. Rosario es la madrina de Irene Urdangarín y siempre ha cerrado filas con la Infanta defendiendo públicamente en alguna entrevista que era víctima de un juicio de la opinión pública. Parece que es en su casa donde se ha alojado el matrimonio Urdangarín cuando ha tenido que acudir a Palma durante las vistas del caso Nóos.
También son incondicionales de los Urdangarín Borbón Pedro López-Quesada y su esposa, Cristina de Borbón Dos Sicilias, prima hermana de la Infanta. López-Quesada, que es también íntimo amigo de Felipe VI al igual que su esposa lo es de Doña Letizia, es el padrino de Irene Urdangarín. La Infanta suele quedarse en su casa cuando visita Madrid. El matrimonio ha acudido también a pasar alguna temporada a la finca que Pedro de Borbón Dos Sicilias, Duque de Calabria y hermana de Cristina, posee en Ciudad Real y a la que ha acudido el rey Emérito a cazar en varias ocasiones.
Entre los amigas íntimas de doña Cristina se cuentan la diseñadora de calzado Cristina Castañer, Vicky Fumadó, prestigiosa pediatra en el hospital San Juan de Dios, de Barcelona, la arquitecta Marta Mas, Consuelo García Píriz, viuda del editor José Manuel Lara, y el regatista Roberto Molina y su mujer, Cristina Fernández, que conocen a la infanta de la época en que estudiaba Ciencias Políticas en la Universidad Complutense y empezaba a hacer vela.
Muchos de estos amigos y familiares han visitado a la familia en Ginebra. En la ciudad del lago Léman, la Infanta, que, al parecer, ha cambiado de casa recientemente, lleva con su vida diaria. Acude al trabajo todos los días en la Fundación La Caixa, donde trabaja desde hace 28 años, y en la Fundación Aga Khan, y se ocupa de sus hijos, especialmente de la pequeña Irene –los tres mayores ya se han independizado–, que todavía no ha terminado su educación segundaria. Le gusta cocinar y ocuparse personalmente de algunas tareas domésticas como hacer las compras.
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Mientras tanto, Iñaki Urdangarín ha comenzado a trabajar en un despacho de abogados en Vitoria, donde cumple lo que le queda de condena, tras obtener el tercer grado penitenciario. Vive en un régimen de semi libertad. De lunes a jueves duerme en el penal alavés de Zaballa y los fines de semana y los lunes los disfruta libres en casa de su madre, Claire Liebaert y en compañía de sus hermanos. Al tiempo acude a un programa de reinserción de delincuentes económicos, que le impuso el juez de vigilancia penitenciaria y que deberá seguir durante 10 meses en la prisión en Zaballa.
En sus horas libres fuera de prisión, antes del traslado a Vitoria, el esposo de la infanta Cristina se ha encontrado en Madrid con la infanta Elena y con Cristina de Borbón dos Sicilias, con quien se le vio haciendo algunas compras. En Navidad, la infanta acudió a Vitoria para estar con su esposo, como todos los años. Urdangarín ha cumplido ya dos años y ocho meses de su condena total de cinco años y 10 meses por el caso Nóos. En mayo de 2022 podrá solicitar la libertad condicional adelantada.
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