Elton John es la estrella del rock más británica y mejor relacionada de todo Reino Unido. Su relación de confianza con la familia real comenzó con la admiración de la princesa Margarita por su música, continuó con una relación de estrecha amistad con Diana de Gales y ha culminado con su defensa a ultranza de Meghan Markle y el príncipe Enrique de Sussex en su archifamoso Megxit. Pero tantas fiestas y celebraciones al lado de los Windsor da para recopilar una buena cantidad de anécdotas y hemos decidido disfrutar de las más jugosas en sus libros de memorias.
Cómo conoció Elton John a Diana de Gales
Fue la princesa Margarita quién dio el primer paso para conocer al cantante y compositor allá por los años 70 después de un concierto en Londres. La relación culminó con una serie de invitaciones al palacio de Kensington que no pudieron empezar con peor pie: en la primera cena a la que asistió Elton John el marido de la princesa Margarita montó un numerito que acabó con la princesa abandonando la cena llorando, Lord Snowdon pidiendo su cena a gritos y el resto de invitados muy incómodos.
A pesar de tan desafortunado debut, Elton John se convirtió en un asiduo de las fiestas reales y gracias a ello conoció a la mujer que se convertiría en su mejor amiga en palacio: Lady Di. El acontecimiento tuvo lugar en un evento en el castillo de Windsor. Elton John llegó antes que nadie y solo había otra persona en la pista de baile: una jovencísima y prenupcial Diana Spencer de tan solo 20 años. Acabaron juntos bailando el charlestón.
La futura desgraciada princesa de Gales y el cantante hicieron buenas migas, tanto que Elton John quedaba con ella para cuidar a sus hijos, iban al cine juntos e incluso salían a cenar. Pero la amistad se enfrió por culpa de un libro y unas fotos de hombres desnudos. Elton John pidió a Diana que escribiera el prólogo del libro de un íntimo amigo suyo, el diseñador Gianni Versace, y por una buena casusa: donar el dinero recaudado opara la lucha contra el SIDA. En un principio la princesa aceptó… para más tarde echarse atrás. ¿El motivo? En el libro parecían retratos de dudoso gusto según los estándares de palacio.
Aunque Elton John sospechaba que Diana había recibido presiones de palacio para negarse (llevaba ya unos cuantos escándalos seguidos), no pudo evitar enfadarse por lo que consideró una traición. Paradójicamente lo que Versace desunió Versace volvió a unir: princesa y cantante no volvieron a coincidir hasta el funeral del diseñador asesinado en Miami. Diana acudió a la ciudad en cuanto supo la noticia para acompañar a su amigo Elton John en el funeral. Desgraciadamente semanas más tarde sería Elton John quien acudiría a un nuevo funeral, el de Diana, para dedicarle una canción.
Isabel II recuerda a su familia quien es la reina de Inglaterra… a tortas
Diana de Gales es la persona que más atrajo las simpatías del cantante, pero no la única miembro de la casa real que él menciona en sus entrevistas y biografías. También le gusta recordar la vez que el duque de Edimburgo le llamó hortera y estúpido a la cara después de un tiempo llamándoselo en su círculo más íntimo.
Al parecer al príncipe Felipe le molestaba mucho que Elton John condujera cerca del palacio de los Windsor su Ashton Martin customizado con los colores del equipo de fútbol que el cantante se había comprado: amariilo con una raya roja para ser exactos. Y en uno de los eventos en los que ambos coincidieron se lo hizo notar con cero diplomacia. “¿Has visto al maldito imbecil que conduce por esta zona con un coche espantoso?”. “Me temo que soy yo, alteza”, contestó el cantante. “¿En qué demonios estabas pensando? Deshazte de esa cosa”, concluyó su alteza mientras le dejó ahí plantado.
Pero de todas las historias la más memorable es sin duda la de contemplar a la mismísima Isabel II abofeteando cariñosamente a David Albert Charles Amstrong-Jones, o para ser más claros, uno de sus sobrinos hijo de la princesa Margarita. La reina le pidió al entonces vizconde Linley que se molestara en ir a ver a su hermana, que por lo visto se encontraba mal. La respuesta del vizconde a su tía fue “no”.
La reina Isabel se fue hasta donde estaba su sobrino y le dejó muy claro qué iba a pasar a continuación. iba a ir a ver cómo estaba su hermana. ¿Cómo le convenció? Diciendo: “No (bofetón) discutas (bofetón) conmigo (bofetón) que (bofetón) soy (bofetón) ¡la reina!”. Al futuro Lord Snowdon se le quitaron las ganas de desobedecer y la reina le guiñó el ojo a un estupefacto Elton John, lo cual no está nada mal si tienes en cuenta que puestos a escoger la reina siempre fue mucho más de George Michael (o al menos se sabía todas las canciones de Wham!).
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