Si hay una ‘app’ que haya causado sensación desde que comenzó el aislamiento por el coronavirus, esa es TikTok. Sobre todo, entre los adolescentes (rebautizados como generación Z). Aunque tampoco hay ‘celebrity’ que parezca haberse escapado a su magnetismo, con una Jane Fonda, entregada a las virtudes del programa, como cabeza de cartel. Pero la felicidad de todos ellos puede tener los días contados. Al menos, en Estados Unidos.
Nos explicamos: Donald Trump y su ejecutivo han emprendido una cruzada contra los programas tecnológicos procedentes de China, entre ellos, la popular TikTok. Era el Secretario de Estado Mike Pompeo quien lo explicaba hace un par de días en un programa de la televisión de Estados Unidos, haciendo cundir el pánico entre los que han desarrollado una auténtica adicción por generar este tipo de vídeos.
«Con respecto a las aplicaciones chinas en los teléfonos celulares de la gente, puedo asegurarles que los Estados Unidos también lo harán bien», relataba antes de lanzar una advertencia en tono amenazar al pueblo norteamericano: solo deben usar TikTok «si quieren que su información privada esté en manos del Partido Comunista chino«.
TikTok, desarrollada por ByteDance, se ha convertido en la aplicación más descargada, a nivel mundial, en los dispositivos de Apple, y desde el gobierno de Trump quieren acabar con esta y otras aplicaciones que procedan del país asiático ante esa preocupación, que ya viene de lejos, de que los mandatarios chinos captan información de los ciudadanos del mundo a través de las políticas de privacidad de programas como este. Pero también es cierto que Donald puede haber emprendido una cruzada contra esta plataforma porque ha sido víctima de alguna que otra broma, usando TikTok, que no le debe haber hecho gracia.
Nunca hemos proporcionado datos de usuario al gobierno chino»
Desde TikTok no han tardado en contestarle. Ha sido un portavoz de la compañía quien ha querido recordarles a Pompeo y Tump que «TikTok está dirigido por un CEO americano, con cientos de empleados y líderes clave en seguridad, productos y políticas públicas aquí en los EE.UU…». Y apostillaba, en relación a las inquietudes en materia de privacidad que pudieran haberle asaltado: «Nunca hemos proporcionado datos de usuario al gobierno chino, ni lo haríamos si se nos pidiera».
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