Nos tiene acostumbrados lo mismo a una imagen familiar que a otra en la que saque sus encantos de modelo a relucir. Georgina Rodríguez acaba de hacer lo último. La novia de Cristiano Ronaldo ha demostrado que, en las redes sociales, no hace falta practicar el nudismo para hacer que los ‘followers’ noten la subida de temperaturas. Incluso, iniciado el gélido diciembre.
Georgina ha colgado en su cuenta de Instagram una foto metida dentro de una bañera, pero vestida. Y con una corona. Ella misma ha escrito al lado: «Cuando te crees Cleopatra». Eso sí, lo que tiene debajo no es leche de burra, sino simple espuma.
Si echamos un vistazo a su perfil, podemos darnos cuenta de que es toda una experta en esto de los posados curiosos e inverosímiles. Una muestra de que ese camino por el que siempre quiso transitar, el del modelaje, está hecho para ella. Poco a poco, se está haciendo con un hueco, más allá de ser la pareja de uno de los jugadores más cotizados del mundo del fútbol.
Lo cierto es que, desde que apareció en su vida el portugués, su vida a dado un giro radical. Ya casi no queda nada de aquella joven que era dependienta en una tienda de Gucci del madrileño barrio de Salamanca. Hoy, es toda una ‘celebrity’ a la que se espera en las alfombras rojas. Y toda una ‘influencer’, como queda patente en sus redes.
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