Los rumores de boda entre la princesa Beatriz con el empresario de raíces italianas Edoardo Mapelli Mozzi empezaron a escucharse a finales de agosto del pasado año 2019. La fecha del enlace finalmente se confirmó en diciembre de ese mismo año, cuando el palacio de Buckingham informó de forma oficial de su celebración para mayo de 2020. Sin embargo, la pandemia provocada por la crisis del coronavirus fue un revés inesperado en los planes de la princesa de York, que se vio obligada a cancelar la ceremonia de cuento que tenía planeada en la capilla real del palacio de St. James, con una recepción (imaginamos) de ensueño en los muy cercanos jardines de Buckingham. Tal y como su queridísima abuela Isabel II le había concedido.
Los planes que tenía de llevar un vestido de novia único, tal y como lo hicieron su hermana Eugenia de York o Meghan Marklemuy recientemente, además del resto de mujeres de la familia real británica, se desmoronaron junto con todo lo demás a raíz de las medidas santiarias que impone el virus. Pero el romanticismo ganó y Mapelli pudo contraer matrimonio con Beatriz el pasado mes de julio. Lo hicieron en una ceremonia secreta celebrada a mediados de julio en Windsor, lugar en el que la reina aún residía antes de marchar a Balmoral a pasar parte del verano. Gracias a ello y a lo reducido del evento, su majestad y el príncipe Felipe de Edimburgo pudieron asistir y posar con los novios, distancia de seguridad mediante.
Beatriz quiso rendirle homenaje a su abuela con un vestido de Norman Hartnell que Isabel II llevó por primera vez en 1961 durante un viaje a Roma, remodelado por Ángela Kelly -asesora personal de Isabel II- para la novia. La princesa Beatriz añadió mangas globo de organza al vestido de tirantes de tafetán de Peau De Soie marfil, adornado con satén y un corpiño geométrico con brillantes engarzados desde el pecho hasta la mitad de la falda. Un diseño que llegó al corazón de muchos y que Beatriz combinó con la misma tiara que llevó la reina en su boda: la de diamantes de la reina Mary. Lo que no sabíamos es que la elección de vestuario fue un cambio de última hora.
Beatriz tiene un as en su manga en forma de espectacular vestido de novia y está dispuesta a lucirlo cuando la situación mejore. Así lo ha afirmado la experta en realeza Meadhbh McGrath en una entrevista en la radio HeirHeads podcast. “Hemos escuchado que Beatriz y Edo tendrán una segunda ceremonia en la que ella podrá llevar el vestido original que había planeado para la boda”. Sobre quién es el diseñador del misterioso nuevo traje no hay noticias, como tampoco de si Beatriz repetirá tiara o llevará una nueva del joyero real. Lo que sabemos es que enlace tendría lugar en 2021, cuando la pandemia dé algo de tregua, y con la que contentarán a todos los invitados de los que prescindieron en la muy reducida anterior boda.
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