La entrevista de Kiko Rivera en ‘Viernes Deluxe’ ha empezado por todo lo alto: hablando sobre el distanciamiento con su madre. Después de que haya ratificado la demanda contra su tío Agustín por estafa y apropiación indebida, parece que la relación entre el DJ y la cantante está más fría que nunca. “Dentro de mi intranquilidad y de mi malestar, el cuerpo se hace a todo. Estoy acostumbrado a esta etapa de mi vida”, explicó Rivera sobre su estado anímico actual. “Han cambiado mucho las cosas desde que viene a ‘La herencia envenenada’. En ese momento, me sentía muy mal. Ya me he acostumbrado a no estar cerca de mi madre. Aunque esté triste tengo una vida y tres personitas que se merecen que su padre esté lo mejor posible”.
Cabizbajo y apenado, el cantante cree que va a ser muy complicado acercar posturas con su progenitora. “Mi madre jamás va a dar su brazo a torcer. Al ver que iba en serio, ella intentó ponerse en contacto conmigo a través de sus abogados y pensé que podría ser el principio de algo bueno. Para saber que iba de buena fe, le pedí los enseres de mi padre y no quiso”, expuso. “No la entiendo. Luego quiso quedar conmigo a solas, pero después de siete meses. Ahora lo que quiere es hacerme chantaje emocional. No se merece que le dé una oportunidad. Siempre tiene que ser como ella quiere”, se lamentaba.
“Si quedara con ella, me vendría abajo. No deja de ser mi madre, aunque a este nuevo Kiko no lo conoce”. Cuando Jorge Javier Vázquez le indicó que, según sus fuentes, su madre está hecha polvo por la situación, el hijo de Paquirri se mostró inflexible. “Estamos todos así. Una vez yo me quite el problema y me dé las cosas de mi padre, podremos hablar de todo. Lo que le estoy pidiendo a mi madre es un gesto”, reflexionó. “Si no me lo da, por algo será. Siempre quiere que vaya a su terreno”.
Para terminar, confesó que Isabel Pantoja sí que llama de vez en cuando a sus dos hijas pequeñas. “De vez en cuando tiene el detalle de llamar a mis hijas. Lo que pasa que muchas veces utiliza a terceras personas, como es el caso de mi prima Anabel”, dijo, explicando que muchas veces cuando le cogen el teléfono a su prima, está Isabel Pantoja con ella. “Yo no voy a impedir que hable con sus nietas, pero es feo que utilice a alguien de la familia para eso. Si quiere llamar, que llame. Ella me quito el derecho de conocer a mi familia paterna y yo eso no lo voy a hacer con mis hijas. Si aparece algún día por casa y quiere llevárselas a dar un paseo, se las dejaría […] Quiero que mi madre diga que se ha equivocado y sé que no lo va a hacer. No puedo dejar de quererla, pero estoy enfadado y voy a ir a por todas”.
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