La casa de Montecito de Meghan y Harry, a la venta

Meghan Markle y el príncipe Harry no eran los únicos protagonistas del documental de Netflix que ha desatado una nueva tormenta en casa de los Windsor. Además de sus palabras, la impresionante mansión de Montecito en California donde residían durante el rodaje ha acaparado titulares y muchos planos del documental. La edificación de dos plantas de inspiración mediterránea, rodeada de palmeras y jardines y con una gran piscina en la parte delantera, está a la venta por un precio cercano a los 30 millones de euros.

La mansión, con una superficie de más de 4.000 metros cuadrados, cuenta con seis dormitorios, y fue construida en 2006. Muchos de sus rincones permanecen en la retina de quienes han visto el documental, desde la gran lámpara de araña del salón a las ventanas de arco donde Meghan ha hablado de su historia con Harry, los sillones beis del sillón e incluso el gallinero que nos permitió ver a Meghan como nunca antes lo habíamos hecho: dando de comer a las gallinas y recogiendo huevos a primera hora del día.

La casa tiene también un huerto, una zona de jacuzzi y bar, sala de juegos, sala de cine y una casa de huéspedes. Esta impresionante mansión pertenecía a Tyler Perry, el millonario productor y actor estadounidense que se convirtió en el protector de los Sussex en marzo de 2020. Cuando Meghan y Harry perdieron la escolta que se ocupaba de su seguridad en Canadá, él les ofreció esta mansión en Montecito para empezar una nueva vida en la soleada California.

Montecito, donde John y Jackie Kennedy pasaron su luna de miel, se ha convertido en un lujoso lugar que les permitió a los Sussex ser vecinos, entre otros, de Oprah Winfrey, Kim Kardashian, Gwyneth Paltrow y Ariana Grande. Unos meses después, Meghan y Harry compraron una nueva mansión de casi 14 millones de euros a escasos cinco kilómetros de esta. Ahora esta casa que apenas tiene secretos para todos aquellos que han visto el documental está a la venta, Un auténtico capricho que quién sabe si acabara en las manos del algún fan royal.




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