Dos matrimonios (Blanca Romero y Eva González), dos escándalos (y acusaciones de infidelidad), pero su reputación sigue intacta: nadie torea la tormenta del amor como Cayetano Rivera. Ni la tormenta de los medios, todo hay que decirlo. Cayetano Rivera es el más discreto de sus hermanos. Se estrenó en los ruedos a los 28 años, una edad muy tardía para los matadores. Discreto, sereno y sobre todo, muy celoso de su intimidad, el hijo de Paquirri y de la gran Carmina Ordóñez siempre ha mantenido su vida privada al margen de los focos.
A diferencia de Kiko Rivera (que ya sabemos cómo se las gasta en plató) o de Francisco Rivera, que también se pasea por los programas de Mediaset como pedro por su casa (sin hablar de Julián Contreras y sus problemas económicos), Cayetano siempre ha sido el más tímido. Es el segundo hijo del matrimonio dorado de la época. El torero y la niña bien que enamoradísimos se dieron el ‘sí quiero’, pero que en la práctica, no puedieron realizar su amor. Aunque Paquirri siempre estvuvo enamorado de Carmina (incluso intentó parar su boda con Isabel Pantoja), ella era un alma libre. Y lo fue hasta el día que murió, dejando con su marcha a tres hijos sin madre que no han seguido la vida épica de su padre, pero sí se han mantenido fieles al mundo del toreo -más o menos-.
Paquirri dejó a Cayetano, Francisco y Kiko huérfanos cuando el 26 de septiembre de 1984 en la plaza de Pozoblanco (Córdoba) sufrió una cogida que acabó con su vida. La muerte del diestro supuso un enfrentamiento por su herencia que aún hoy sigue en los tribunales (quizás, más que nunca). Su marcha convirtió a la tonadillera Isabel Pantoja en la viuda de España, y a Carmina Ordóñez en un perosnaje que comenzó a pasearse de plató en plató como primera esposa resentida. Pero no solo eso: la muerte de Paquirri dejó un vacío inmenso en Cayetano y Francisco.
Él representaba el orden y la mano dura en su vida, mientras que su madre siempre había mantenido una actitud más divertida con ellos. Cuando su padre murió, la vida de Cayetano cambió por completo. «Yo perdí a mi padre cuando tenía siete años», contó el torero en el programa ‘Hermano Mayor’. «Fue estricto conmigo y con mi hermano, nos pegaba una voz y nos poníamos firmes. Con el tiempo he aprendido que lo que intentaba era enseñarme para el futuro, para lo que puede ser la vida», dijo sin poder contener su tristeza. Su madre le consentía más, por eso, de pequeño, pasaba más tiempo con ella: «Ahora me arrepiento muchísimo de no haber podido utilizar ese tiempo para estar más con él», afirmó echando la vista atrás. Solo tenía siete años cuando Paquirri murió.
Cayetano fue, sin duda, el más introvertido de los cuatro hermanos, sintió la ausencia de Paquirri muy profundamente, cuando creció, más aún. Carmina, entonces, tuvo que coger las riendas de la educación de sus hijos, «Cuando ya faltó mi padre también tuvo que ponerse más estricta», dijo Cayetano. Su noviazgo con Blanca Romero le hizo saltar a las páginas centrales de los medios. El hijo de Carmen Ordóñez se daría el ‘sí quiero’ con una modelo que ya tenía una hija de la que no se sabía quién era el padre bilógico. Carne de cañón para los paparazzis.
El 26 de octubre de 2001 se casaron, pero el matimonio solamente duró tres años. Se divorciaron en 2004, el mismo año en el que murió Carmina, (tenía 49 años) a causa de un infarto después de muchos años con problemas con las drogas. La que algún día fue la mujer más guapa de España hizo su vida entre programas de televisión y exclusivas. Para sus hijos fue una etapa muy difícil, sobre todo para Cayetano, que aún no había llegado a los 30 cuando murió su madre y no sabía como enfrentar los problemas a las adicciones que ella arrastraba.
Quizás el abandono de su padre, su madre y su divorcio forjaron en él una actitud donde destaca la mano izquierda para sobrepasar los problemas y siempre caer de pie. Goza de una reputación intacta a pesar de que se habló mucho de una posible infidelidad como causa de su divorcio. En 2015 volvió a pasar por el altar, se casó con la presentadora Eva González con la que tiene un hijo, Cayetano.
Sin embargo, la sombra de la infidelidad volvió en 2019 cuando unas fotografías en Londres con Karelys Rodríguez se convirtieron en la comidilla de la prensa rosa. La «amiga» del torero se paseo por los platós, dio exclusivas y afirmó que llevaba 6 años de relación intermitente con el torero, algo que él no ha afirmado, pero tampoco ha desmentido nunca. Un gran trabajo de entereza, que también ha tenido que llevar a cabo Eva González, que no ha dicho ni mu sobre la infidelidad. No se ha hablado del tema, han dejado pasar la tormenta y siguen juntos pese a las pruebas que Karelys mostró en ‘Viva la Vida’. Lo que demuestra que la pareja y sobre todo Cayetano, siempre lavará los trapos sucios en casa y no delante de media España, como ha hecho siempre (también con su primer matrimonio), a pesar de las dificultades.
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