Ha pasado algo más de tres años desde que Tamara Falcó posara en un ‘photocall’ con bastantes más kilos a los que nos tenía acostumbrados y, ante la avalancha de críticas que recibía, explicaba que le habían diagnosticado un problema de tiroides responsable de ese aumento de peso. Con paciencia, la hija de Isabel Preysler fue capaz de hacerse con la situación y, poco a poco, fue quitándose lo que le sobraba hasta conseguir una imagen que se asemejaba a la que teníamos de la Tamara de antaño.
Ahora, no solo ha conseguido llegar a su peso ideal, sino que, además, ha moldeado su cuerpo, dando paso a unos abdominales envidiables que ha dejado al descubierto en su última publicación de Instagram, causando más de un suspiro y dejando cientos de bocas abiertas.
La diseñadora ha pasado unos días en Lanzarote, donde ha realizado una campaña publicitaria y ha aprovechado para regalarnos el primer posado en bikini del año. «¡Y lo bien que viene escaparse de vez en cuando!», escribe junto a la instantánea, aprovechando para recordar la situación ambiental a la que han hecho frente las islas en los últimos días, causando un verdadero caos.
Entre los numerosos piropos que se llevaba Tamara al lado de esta foto, el de Fernando Verdasco, marido de su hermana Ana Boyer. «Vaya cuñada más cañón tengo», escribía el tenista, dejando patente el buen rollo que hay y que siempre ha habido con ella.
Al renacer profesional y como personaje que ha experimentado en los últimos meses la hija del marqués de Griñón, se une esta metamorfosis física para la que, no nos cabe la menor duda, habrá necesitado mucho trabajo duro en el gimnasio. Y puede que las indicaciones del mismo Verdasco, que de esto sabe un poco.
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