La reina Letizia juega ahora en solitario en el partido contra el coronavirus. Y no es que vaya por libre —ni mucho menos—, sino que ahora su majestad atiende su propia agenda telemática, al margen de la de su marido. Esta misma mañana, ha hecho uso de la tecnología para reunirse, por videoconferencia, con el presidente de FASOCIDE (Federación de Asociaciones de Personas Sordociegas de España), Francisco Trigueros, quien le explicó la difícil situación en la que se encuentra este colectivo por el #COVID19, y el apoyo de la asociación para ayudar en el confinamiento.
Contrariamente a la llamada que ambos mantuvieron hace unos días con Juan Roig, presidente de Mercadona, doña Letizia ha prescindido del despacho de Felipe VI en la Zarzuela y ha recurrido a un espacio mucho más diáfano y moderno para su encuentro virtual. Espacios diferentes pero mismos recursos; la reina ha recurrido de nuevo a un sobrio traje de chaqueta azul marino y al anillo de Karen Hallam que le regalaron sus hijas Leonor y Sofía.
Esta es la segunda aparición de la reina tras haber despejado su agenda de actividades después de haber estado en contacto con la ministra de Igualdad Irene Montero, quien había dado positivo por COVID-19 unos días antes de su encuentro con ella. Las precauciones tomadas por Zarzuela mantuvieron a doña Letizia alejada de los medios durante 15 días, siendo su viaje a París, para la conmemoración del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, su última aparición pública antes del confinamiento.
La tercera aparición (de nuevo en Zarzuela) se ha sucedido tan solo dos horas después de su cita en solitario cuando, a través de sus redes sociales, la Casa Real ha compartido la reunión que los reyes han mantenido con responsables del sector del comercio a quienes han querido transmitir un mensaje de ánimo. De nuevo, doña Letizia ha optado por la sobriedad del traje sastre pero ha querido ponerle una nota de color con un jersey de cuello cisne en tono coral —por aquello de la nieve primaveral de las últimas horas—.
Lo que parece que se hará esperar —y bastante— será la vuelta de doña Letizia a las calles. En el caso del rey, tras desempeñar sus funciones sin salir de palacio (desde donde presidió el consejo de ministros del día 18), Felipe VI visitaba las instalaciones del hospital de emergencia de Ifema el pasado 26 de marzo pero continuó su agenda desde el palacio de la Zarzuela. Su mujer, por su parte, ha mantenido sus responsabilidades intactas aunque lo ha hecho sin exponerse, tal y como ha venido informando la Casa Real a través de su cuenta de Twitter.
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