El misterio que rodea la muerte de Steve Bing sigue sin resolverse. Sus allegados sostienen que fue un cóctel letal de problemas lo que le llevaron a arrojarse desde la ventana de su piso, situado en la altura 27 el edificio en el que residía. Drogas, malas inversiones y una profunda depresión, habrían provocado que el ex de Liz Hurley no quisiera seguir en este mundo.
En medio de las investigaciones policiales que buscan la respuesta definitiva a por qué lo hizo, es el ‘Daily Mirror’ quien ha publicado que Steve dejó dos cartas manuscritas, una para cada uno de sus hijos. Unos hijos, por cierto, con los que la relación era prácticamente nula. Lo hace poniendo esta confesión en boca del presentador Billy Bush.
Este asegura que el productor dejó esas misivas al portero del edificio, y sostiene que lo que padecía Steve era «una depresión con D mayúscula«. Una enfermedad que se habría visto agravada por los problemas que ya se han mencionado en este artículo, relacionado con la ingesta de sustancias y con baches en su economía derivados de las malas decisiones de los últimos años.
Precisamente es el dinero, la herencia, lo que habría suscitado la relación tirante de padre e hijos. Solo ellos saben qué ponía en esas cartas cuyo contenido, por el momento, no se ha hecho público. Po rel momento solo uno de los dos Damian, hijo de Hurley, se ha pronunciado desde ese fatal desenlace. Era en sus redes sociales donde escribía: «Este es un momento muy extraño y confuso y estoy inmensamente agradecido de estar rodeado por una extraordinaria familia y amigos».
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