La noticia saltaba el pasado martes y los titulares se sucedían en todo el mundo. Leo Messi, de quien ya era sabido que sus relaciones con el actual presidente del Fútbol Club Barcelona no son buenas, mandaba un burofax a la entidad en la que ha crecido, triunfado y donde se ha erigido como una de las máximas figuras del deporte para anunciar sus intenciones de marcharse.
Algo que no va a ser sencillo, por la cantidad fijada en su cláusula de rescisión, y porque habría ciertos condicionantes geográficos. Vamos, que su salida hacia un equipo europeo no va a ser sencilla. Es en ese marco, con esas premisas, donde se han comenzado a hacer quinielas sobre dónde terminará Leo… y su familia.
¿Qué punto del mapa será el elegido por el futbolista para mudarse, en busca de una nueva vida, junto a Antonella Roccuzzo y sus hijos? Pues, por el momento, el destino que suena con mayor fuerza en los mentideros del mundo del fútbol, es Nueva York. Porque es cierto que se ha hablado de que el mejor posicionado para hacerse con sus servicios es el Manchester City, donde se reencontraría con Pep Guardiola…
…y haciendo valer esa condición de no jugar en Europa, este club podría cederlo, con un contrato de dos años, a la franquicia que tiene en la ciudad estadounidense. Una manera de ver cumplido el deseo de Messi de salir de un Barcelona al que esa derrota por 8-2 en la Champions League ante el Bayern de Múnich le va a salir muy cara.
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