No hay duda de que doña Letizia es un referente de estilo a nivel mundial. Cada aparición pública que hace genera una avalancha de noticias sin nada que envidiar a las que genera Kate Middleton. La prensa francesa es una de las que más quiere a la reina, pero también lo hacen la británica o la alemana. Como consecuencia de toda la información publicada sobre sus elecciones estilísticas, miles de mujeres deciden imitarla, agotando en tiempo récord las prendas que escogen. Si el resto del mundo lo hace, sus hijas no son una excepción. Analizamos el modo en que Leonor y Sofía aprenden de su madre no solo el protocolo, también el estilo.
La alabada coleta de Letizia
La infanta Sofía ha sido protagonista de las últimas apariciones públicas de los reyes y sus hijas por su lesión de rodilla. La joven se lesionó en el palacio de Marivent, tras sufrir una caída por la que tuvieron que darle cinco puntos y que le ha hecho ir con muletas. Pero lo que más llama la atención es su forma de recogerse el cabello en una coleta, a juego con Leonor e igual que la que ha regalado aplausos a la reina Letizia. Unos aplausos que han llegado hasta el otro lado del charco, donde la estilista de las actrices de Hollywood, Rachel Zoe, ha asegurado es el mejor peinado hasta la fecha que ha lucido la reina. Y ahora también lo es de sus hijas, que la imitan incluso en la forma, a pesar de tener el cabello más largo y voluminoso. Las tres la llevan a media cabeza (ni muy alta ni muy baja), nada tirante, pero sin despeinar y con las puntas ligeramente onduladas sin que se note. Un pequeño detalle que es tan solo la punta del iceberg en cuanto a similitudes estilísticas entre madre e hijas.
Prendas ‘low cost’
Entre las firmas predilectas de doña Letizia es indudable que se encuentran Adolfo Domínguez, Hugo Boss, Carolina Herrera, Lorenzo Caprile, Magrit, Felipe Varela… Pero la ‘royal’ también sabe vestir de otras de bajo coste como Zara, Mango o incluso Massimo Dutti, cuyo precio empieza a elevarse pero no llega al de las anteriores. Estas últimas, son marcas que tanto la princesa Leonor como la infanta Sofía han escogido también en sus apariciones públicas. En su última aparición, lucieron uno de sus estilismos más austeros, por no decir el que más: Leonor con un vestido de Sfera de unos 12 euros y Sofía con uno de Stradivarius de 16.
La elección ha corrido como la pólvora por los diarios del país, en una ocasión que requería un mínimo de austeridad: las hijas de los reyes visitaron junto a ellos un centro de menores desfavorecidos. Sin embargo, que acostumbren a lucir diseños de bajo coste, no quiere decir que en ocasiones no escojan firmas que se encuentran entre las predilectas también de Letizia.
Un ejemplo de ello fue el vestido plisado de punto que escogió la princesa Leonor para asistir a uno de los primeros espectáculos de los Teatros del Canal en junio, durante el inicio de la desescalada. Otro, el vestido que lució para los Premios Princesa de Asturias, una ocasión muy especial en la que el protocolo obliga a invertir bastante más dinero en el vestuario. No se dio a conocer la firma del vestido, pero seguramente fuera hecho a medida por alguien experto y con telas de calidad, lo que elevaría su precio a varios cientos de euros.
Sin miedo a repetir
Hay dos razones fundamentales por las que ahora un personaje público puede repetir un conjunto o una prenda de ropa sin ser juzgado como ocurría antaño. El primero tiene que ver con la sostenibilidad, más en boga que nunca, en un momento en el que la sociedad comienza a despertar y a juzgar el enorme impacto contaminante que produce la industria de la moda con sus infinitas producciones. El segundo está relacionado con la austeridad y con los miembros de las familias reales actuales, que deben demostrar a diario que merecen la posición en la que están y una de las formas que tienen de hacerlo es mediante su vestuario. En caso de ser demasiado ostentosos cuando no toca, podrían causar malestar entre la ciudadanía.
Una de las características que la revista francesa Point de Vieu aplaude sobre la reina es, precisamente, su afán por repetir estilismos. Uno de los más llamativos este verano ha sido el vestido de la línea U de Adolfo Domínguez que doña Letizia estrenó en el posado oficial de Marivent en 2019. Este año ha decidido volver a enfundarse en él para su paseo por la playa de Benidorm a principios de julio, cuando empezaba su tour por España con Felipe. El vestido es el mismo con el que también aparece en la portada del número de agosto de Vanity Fair que protagoniza.
Esa es tan solo una de las infinitas ocasiones en las que ha repetido atuendo, sin cansar al público con el mismo demasiadas veces, claro. Algo de lo que sus hijas aprenden también, seguramente siguiendo su consejo. Así, uno de los ejemplos más recientes ha sido el vestido de Zara escogido por la infanta Sofía en dos ocasiones diferentes en lo que llevamos de verano y que seguramente seguirá amortizando en privado durante sus vacaciones en Palma.
En esa línea de ahorrar y respetar el planeta está también la afición por compartir ropa. A principios de año ya empezábamos a imaginarlo: Leonor cogía del guardarropa de Letizia un abrigo de Fay para un paseo por el centro de Madrid. A medida que se van haciendo mayores, queda claro que su estilo se va pareciendo cada vez más al de su madre. Así lo hemos podido ver en sus últimas apariciones públicas, en las que han llevado vestidos camiseros, estampados de flores o de cuadros, como los que acostumbra a llevar la reina. Incluso han lucido vestidos blancos de aire desenfadado, un estilo que es de los favoritos de Letizia.
Los zapatos no son tan ‘low cost’
A pesar de que sus prendas de ropa sean en su mayoría de firmas de bajo coste como Zara o Mango e incluso Stradivarius o Sfera -las que eligieron para su última aparición- Leonor y Sofía no escogen llevar zapatos de las mencionadas enseñas. Los suyos siempre son de un nivel superior, que si bien no llegan a ser productos considerados como ‘de lujo’ en el sentido estricto de la palabra, tampoco se los podría permitir cualquier bolsillo. En su última aparición escogieron unas deportivas que no dejaban ver ninguna firma visible, pero que la prensa del mundo de la moda estima que son de piel. Y no de forma infundada.
Un zapato de dichas características supone, de media, un precio superior a los 80 o los 100. Otros de sus estilos favoritos son las bailarinas, las menorquinas o las alpargatas planas. Calzado que suelen encontrar en firmas como Pretty Ballerinas, Sarah World o Ria Menorca. La última es en la que encuentran sus abarcas favoritas, que rondan los 40 euros, las otras dos son las principales que utilizan en verano y sus precios oscilan entre los 100 y los 200 euros.
Las firmas que viene utilizando Letizia en la misma temporada son similares o más elevadas a las de sus hijas en cuanto a precios, como Castañer o Macarena Shoes, y el estilo es parecido aunque la forma del zapato aún se diferencia. No debemos olvidar que Leonor y Sofía tienen aún 13 y 14 años y es normal que no se suban a los altísimos tacones que acostumbra a llevar su madre. Por otro lado, en temporada de invierno y en cuanto a zapatos para asuntos oficiales, Letizia suele subir el liston a un calzado que ronda los 500 euros.
En cuanto a estilo, parece que por ahora Leonor se manteine más clásica, mientras que Sofía es ligeramente más atrevida que su hermana. Le gusta utilizar cinturones anchos, en tendencia, que marcan su cintura y prendas de estilo camisero que nos imaginaríamos perfectamente en la reina. También se atreve con zapatos de punta, como los stilettos de su madre, pero sin tacón. Quién sabe si la veremos a ella subida a unos antes que a su hermana, a pesar de ser la pequeña.
¿Qué pasará con los complementos?
He aquí la principal diferencia… que es cuestión de tiempo que también se equipare. Una de las características por las que más divergen los estilismos de doña Letizia con los de sus hijas además de por la ausencia de elevadísimos zapatos de tacón en las segundas, es la falta de complementos de las niñas. No es que la reina sea propicia a llevar muchos, pero siempre va acompañada de algún bolso discreto, pero de grandes firmas como Adolfo Domínguez o Carolina Herrera, ya mencionadas ambas anteriormente. Aunque ellas aún no llevan bolsos, uno que sería el adecuado para empezar es el típico bolso de lenguas mallorquín que doña Letizia ya lució el año pasado en color azul y este verano lo ha escogido en rojo. Un modelo que ya podrían escoger, si quisieran, para sus típicos paseos por los mercadillos de la isla.
Algo parecido es lo que ocurre con las joyas. Un tipo de complemento del que doña Letizia no suele abusar. De vez en cuando luce perlas o tiaras en ocasiones especiales, pero casi siempre opta por pendientes discretos de sus firmas de referencia –Coolook, Gold & Roses, Chanel o Bvlgari. Al igual que el resto de su estilismo, nunca son al azar. La pieza que más se sale de la norma en el joyero de Letizia es un anillo de Karen Hallam que le regalaron sus hijas y del que no se despega.
Por ahora,las niñas han heredado la aversión a las grandes joyas, tanto es así que Sofía ni siquiera tiene los agujeros de las orejas hechos. Leonor sí y acostumbra a llevar unos discretos aros dorados de Coolook. De nuevo una firma de referencia de la reina Letizia. Puede que pronto, princesa e infanta comiencen a llevar más complementos atrevidos. Solo nos queda esperar para verlo.
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