La reina Isabel II y el príncipe Felipe de Edimburgo han pasado los últimos meses aislados en el castillo de Windsor, donde se han tomado las medidas necesarias de forma muy cuidadosa, para ayudar a proteger a la monarca y a su marido. Pero, a medida que las medidas de confinamiento comienzan a relajarse, su majestad estará pensando, probablemente, en tomarse su descanso de verano en el castillo de Balmoral, en Escocia, en contra de las especulaciones previas sobre la imposibilidad de que el viaje tuviera lugar.
Según el diario británico The Sun, los cambios en las pautas de confinamiento de las personas mayores de 70 implicarían que la pareja se está preparando para embarcarse en sus vacaciones escocesas. Según se informa, la reina y Felipe tienen planeado viajar en helicóptero de una residencia a otra, saliendo el día 1 de agosto. También se dice que puede que permanezcan en Balmoral hasta tres meses.
Será un cambio de entorno bienvenido para la monarca de 94 años y su esposo de 99, quienes han estado resguardándose en Windsor durante las últimas 15 semanas. Una fuente descrita como "empleado" afirma en el mencionado diario: "Las preparaciones están en marcha. Todo se comprobará y se volverá a comprobar para garantizar que no haya ningún riesgo. Pero el hecho de que Escocia haya estado libre de fallecidos por coronavirus casi una semana también también contribuyó a planificar el viaje".
La reina partió al Castillo de Windsor desde Sandringham el 19 de marzo, extendiendo su típico retiro por Semana Santa en la residencia. Cuando se instituyeron las medidas de cierre, se estableció un anillo protector, denominado "Burbuja HMS", para proteger a la monarca y a su esposo, con dos equipos de 12 empleados trabajando en turnos rotativos de tres semanas.
Mientras tanto, el príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles pasaron la mayor parte del confinamiento en Birkhall, su residencia en la finca de Balmoral, pero se fueron a principios del mes pasado para regresar a sus obligaciones de forma física, mientras se acogieron a las pautas de distanciamiento social.
La estancia anual de la monarca a Balmoral es una tradición establecida, ya que ha pasado allí un descanso de 12 semanas cada verano a lo largo de su reinado de 68 años. Mientras permanece allí, suele dormir durante una semana o dos en el Craigowan Lodge, de siete habitaciones en el interior de la finca, antes de cambiarse a Balmoral después de que se terminen las visitas turísticas a principios de agosto. Como el castillo ha estado cerrado a los turistas durante la crisis, se cree que la reina se instalará directamente en él.
Durante su estancia de verano en Escocia, la monarca normalmente asiste a los juegos anuales Braemar Gathering. Pero este año, de la misma forma que muchos otros eventos públicos, han sido cancelados; es probable que se divierta con muchas otras de sus actividades favoritas en el campo, como andar y montar a caballo en los páramos y hacer picnics y barbacoas.
Artículo publicado originalmente en Tatler.com y traducido por Paula Peña. Accede al original aquí.
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