En los últimos meses, Meghan Markle se ha visto afectada por reveses en su demanda contra el editor del Mail on Sunday, incluida una sentencia hace poco más de una semana que decía que una biografía real reveladora podría incorporarse como prueba. Pero finalmente, Meghan y su esposo, el príncipe Harry, se han asegurado una victoria en su lucha por recuperar algo de privacidad después de unos años difíciles en el centro de atención. Han llegado a un acuerdo en la demanda contra la agencia X17 que fotografió a su hijo, Archie Mountbatten-Windsor, informa The New York Times .
Meghan y Harry presentaron la demanda en julio después de descubrir que las fotografías realizadas en la casa de Tyler Perry donde los royals se habían instalado se estaban vendiendo con el reclamo de haber sido realizadas en público; finalmente aparecieron en una revista alemana. En un primer momento, el nombre de la agencia aún no estaba identificado. Según The Times, en la demanda original su abogado, Michael J. Kump, citó a tres de las agencias más importantes de Los Ángeles para averiguar quién estaba tras las imágenes. La responsable, X17, acordó entregar las fotos a la pareja, destruir cualquier copia y dejar de captar imágenes de la familia "en cualquier residencia privada o terrenos privados circundantes", según un acuerdo presentado en la Corte Superior del condado de Los Ángeles. La agencia, por su parte, también aceptó pagar parte de los honorarios legales de Meghan y Harry.
"Pedimos disculpas al duque y la duquesa de Sussex y su hijo por la angustia que hemos causado", lamentó la agencia en un comunicado. “Nos equivocamos al ofrecer estas fotografías y nos comprometimos a no volver a hacerlo”.
Cuando los duques de Sussex presentaron la demanda, también quisieron que sirviera como una advertencia para posibles compradores interesados en las imágenes. “También buscan avisar a los posibles compradores de las fotos de que fueron tomadas ilegalmente y no son lo que pretenden ser”, detalla el texto. Según The Times, las imágenes se comercializaron como si hubieran sido realizadas en un lugar público y no en una residencia privada. En la denuncia, la pareja subrayó que Archie no había estado en público desde que la pareja se mudó al sur de California.
La resistencia de Harry a la intrusión de los paparazzi lleva décadas desarrollándose. "Todavía culpa a los paparazzi por la muerte de su madre, y hará todo lo que esté en su poder para proteger a su familia", dijo un amigo de la familia a Vanity Fair en julio.
La noticia llega poco más de un año después de que Harry y Meghan comenzaran su batalla contra la prensa mientras aún se encontraban en una gira de diez días por el sur de África. Primero, Meghan demandó a Associated Newspapers por la publicación de Mail on Sunday de febrero de 2019 de una carta que le escribió a su padre, Thomas Markle. Unos días después, Harry presentó demandas contra The Sun y The Mirror por presuntas acciones relacionadas con el escándalo de piratería telefónica británica hace casi una década. En septiembre, la pareja presentó una demanda contra Splash News por fotografías realizadas en enero en Vancouver. Estos casos aún están en curso.
Hasta ahora, sus esfuerzos por evadir a los fotógrafos han dado sus frutos. A fines de agosto, TMZ informó que los paparazzi habían comenzado a invadir Montecito, la pequeña ciudad en el condado de Santa Bárbara donde Meghan, Harry y Archie se mudaron en julio. Aunque desde entonces han aparecido en programas de televisión en horario estelar, en distintas cuentas solidarias de Instagram y un podcast, las imágenes tomadas de forma oficial son pocas.
Artículo publicado en Vanity Fair USA y traducido. Acceda al original aquí.
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