El armario de Rania de Jordania, posiblemente el más elegante y sofisticado del panorama royal, cuenta con diseños muy variopintos que incluyen desde propuestas en clave casual como vaqueros o camisetas básicas, hasta piezas de ensueño de Alta Costura. Entre todas ellas, es una silueta la que consigue despuntar frente al resto: el vestido. Tan solo debemos echar un vistazo a las propuestas más recientes de la monarca hachemita para confirmar que esta prenda se ha convertido en un mejor comodín para los looks más formales.
Adora los vestidos estampados, pero también aquellos en tonos neutros, prueba de ello fue el look elegido para su cita con Camila de Cornualles y el príncipe Carlos en Oriente Medio. Aunque tampoco se opone a colores más llamativos. Ayer mismo, para un viaje a Baréin que realizaba en compañía del rey Abdalá II, la Reina escogía un delicado vestido en tono rosa confeccionado en crepé que destacaba por el plisado de la falda, las mangas ligeramente abullonadas o el cuello drapeado.
Una pieza diseñada por Emilia Wickstead, a la que la royal, para un resultado más llamativo y favorecedor, decidió añadir un maxi cinturón en color negro. Uno de los complementos más destacados de la temporada otoño/invierno 2021-22.
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El de Rania de Jordania es tan solo el penúltimo ejemplo del éxito de Emilia Wickstead. En los últimos años han sido múltiples rostros populares los que han sucumbido al buen hacer de la neozelandesa asentada en Londres. Es el caso de Meghan Markle, Melania e Ivanka Trump, y por supuesto, Kate Middleton. No es descabellado hablar de la duquesa de Cambridge como una de las grandes embajadoras de la diseñadora, han sido múltiples las ocasiones en las que ha lucido sus diseños para actos público, logrando convertir la firma en una de sus favoritas.
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