Parece que cuando se trata de elegir mascarilla no hacemos nada bien. Nos explicamos. Al principio de la pandemia nadie la llevaba, dijeron que no era necesaria. Algo parecido pasó con los guantes. Al principio sí, ahora no: los expertos aseguran que las irresponsabilidades a la hora de llevarlos y sobre todo, quitarlos van a ser peor que no ponerse nada y lavarnos (mucho, muchísimo) las manos. Ahora que las mascarillas se han vuelto obligatorias, desciframos -en la medida de lo posible- las pautas para su correcto uso.
Desde hoy, el Ministerio de Sanidad ha decretado junto a las Comunidades Autónomas el uso obligatorio de la mascarillas en espacios públicos donde no se pueda asegurar el distanciamiento social de dos metros. Esto quiere decir que tendremos que llevarla tanto en un restaurante como en una calle estrecha, donde no se pueda garantizar la distancia. Sin duda, la mascarilla que se va a convertir en un complemento indispensable que marcará la desescalada hacia la nueva normalidad. Para ayudarnosa entender la importancia de las mascarillas, la multinacional líder en los campos de la tecnología médica y de seguridad Dräger, nos ha explicado qué tipos de mascarillas existen y nos ha dado (que falta nos hacía) algunos consejos para utilizarlas de forma correcta.
Entender bien qué tipo debemos llevar, la forma correcta e higiénica de ponerla y si es necesario llevarla bajo cualquier circunstancia no es tarea fácil. Por ejemplo, las redes se han convertido en el espejo de este (mal) entendimiento sobre el uso de las mascarillas. Hace unos días, en la cuenta de la comunicadora @soylaforte (que por cierto, tiene uno de los mejores podcast que hemos escuchado últimamente: la sonrisa y la carcajada -aunque ahora no se vea por culpa de la mascarilla- está asegurada) saltaba este debate: ella, llevaba la mascarilla mal puesta y un profesional, le dijo cuál era la forma correcta de usarla. Eso también le ha pasado a las celebrities: Tamara Gorro tuvo que pedir disculpas públicamente porque desconocía que la estaba usando mal, y ayer, en la cuenta de Instagram de Patricia Conde ocurría lo mismo: la colaboradora televisiva llevaba puesta una mascarilla con vávula y un epidemiólogo le decía que no era la mejor opción.
¿Qué tipos existen?
Desde la multinacional médica, explican, «Existen tres tipos de mascarillas, cada una con unas características específicas» y deben utilizarse bajo unas circunstancias concretas.
-Las mascarillas higiénicas, recomendadas para personas sanas y sin contacto con el coronavirus.
-Las mascarillas quirúrgicas, aconsejadas para personas contagiadas, que están diseñadas para proteger a quienes están alrededor del portador.
-Las mascarillas autofiltrantes, que son equipos de protección individual y son las que ofrecen una mayor variedad. En este caso, existen otras tres subclases: FFP1, que frena al menos 78% de las partículas; FFP2, que frena al menos 92% de las partículas; y la FFP3, que frena al menos 98% de las partículas.
Y la clave, es la siguiente (y la que he generado más debate en el mundo 2.0): «Es importante saber que estas dos últimas, la FFP2 y la FFP3, ambas sin válvula de exhalación ya que a través de esta existe posibilidad de contagio, son las recomendables frente al coronavirus porque sirven para evitar contagiar y contagiarse. La FFP1, por su parte, filtran de la misma manera que las FFP2 y FFP3 pero con un % menor de eficiencia», explican desde Dräger.
Pero… ¿Cuál debo ponerme? ¡Cuidado! Porque por la red circulan cientos de informaciones falsas y todo lo que vemos en forma de meme o captura de pantalla no es cierto y sobre todo, seguro.
Marián García, Doctora en Farmacia (que seguro conocerás por su cuenta de Instagram @boticariagarcia da respuesta a esta pregunta en un vídeo. Para prevenir, las quirúrgicas de un solo uso que duran 4 horas: son las más recomendables y también, las más baratas y cómodas. Eso sí, de un único uso: no se pueden desinfectar de ninguna de las maneras, ni con lejía, en el microondas o con jabón. Y para la población de riesgo, las autofiltrantes, que proporcionan una protección extra. Boticaria, incluso, nos enseña una marca española de mascarillas compuestas de un material específico que SÍ se puede reutilizar ya que permiten hasta 5 lavados. Cada mascarilla cuesta 0,50 céntimos.
¿Cómo quitarla (sin infectarse)?
Boticaria García también tiene la respuesta y para enseñarnos a hacerlo de forma correcta, incluso, ha grabado un vídeo:
Siempre con las manos limpias, por el elástico y sin tocar la parte que cubre la boca, esas son las premisas fundamentales. Premisas que a su vez, comparte también Dräger con algunos ‘tips’ a tener en cuenta:
-El usuario debe estar familiarizado con su manejo antes de usarla.
-Debemos coger la mascarilla por los extremos y nunca por la parte central.
-Lavarse las manos antes y después en el caso de recolocarla.
-No usar las mascarillas más de cuatro horas.
-La mascarilla debe ser desechada y sustituida por otra si está dañada o si la respiración se vuelve difícil.
-La mascarilla no debe someterse a cualquier cambio por pequeño que sea.
-No utilizar las mascarillas de filtrado en espacios confinados o en áreas que pueden tener una acumulación de gases o vapores peligrosos.
Creemos que después de esto, dejaremos de utilizarlas mal. Crucemos dedos por nosotros y los demás, seguiremos detrás de la pista de Boticaria para ‘further information’. De momento, mascarilla y precaución. Ah, ¡Y distancia de seguridad!
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