QUÉ HA PASADO
• Miran y Reyyan se perdonan en una noche mágica.
• Azat vive mortificado.
Azize asegura a Miran delante del resto de la familia que Sükran le ha mentido, ya que solo quería su dinero e, incluso, su madre la rechazó y por eso la echó del palacio años atrás. Sin embargo, él no la cree y ordena a Esma que prepare una habitación: “Esta es su casa también y aquí se quedará”.
Echa una furia, la señora se encierra en su cuarto y comienza a destrozarlo. Más calmada y frente al espejo, jura venganza: “Tú lo has querido, Miran Sadoglu. Te has vuelto en mi contra, la traición está en tus genes. Yo me encargaré de que mates a Hazar y de que sepas después que es tu padre”.
Elif acepta la ayuda de Azat para rehacer su vida
Handan pierde los nervios cuando descubre que Yaren se ha ido de casa. Para entonces está con Harun, en el salón del hotel donde se aloja, asegurándole que no se casará con él porque no lo ama. Lejos de mostrarse comprensivo, él le aclara que será su esposa mientras la toma con fuerza del brazo. Firat, que presencia la discusión, se acerca para defender a la joven y se queda destrozado al saber quién es el tipo que la acompaña. “Me da igual que seas su prometido, si me entero de que le haces daño, lo pagarás caro”, le advierte. Luego se marcha mientras Harun, que se le ha encarado, insiste en sus amenazas a Yaren.
Aterrada, la mujer huye detrás de Firat, a quien explica entre lágrimas su aciago destino: “Mi familia me castiga con este matrimonio porque soy mala persona. Me gustaría que tú fueras mi compañero”. El joven, que siempre se ha sentido atraído por ella, le promete ayudarla pero ella lo rechaza: “Te mereces a una mujer buena y generosa como tú a tu lado”.
Una vez en el palacio, explica a su madre que su prometido es un monstruo, sin embargo, no la toma en serio. Elif y Azat se citan en secreto para ultimar los detalles de su nueva vida lejos de los Aslanbey.
Ajeno al plan de su prima, Miran va en busca de Sükran, que se ha marchado de la mansión para no causarle problemas con su otra abuela, y la convence de que regrese con dulces y cariñosas palabras.
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