- El sábado 14, un día después de su estreno en EE.UU., llega a Movistar+ la octava temporada de The Blacklist, serie protagonizada por James Spader y Megan Boone.
- Tras el dramático final de la séptima temporada, la serie regresa «más oscura y dramática que nunca».
La octava temporada de The Blacklist llega a Movistar+. Tras el final de la séptima entrega, que por la pandemia los creadores se vieron forzados a rematar con Los hermanos Kazanjian, un episodio híbrido entre animación y acción real, la ficción protagonizada por James Spader (Vengadores: La era de Ultrón, Lobo, Stargate) y Megan Boone (Los Ángeles: Distrito criminal, Step Up Revolution) vuelve a la carga «más oscura y dramática que nunca». Será el sábado 14 de noviembre en Movistar Series en VOSE, al día siguiente de su estreno en EE UU. Después, cada sábado habrá un episodio disponible de la ficción creada por Jon Bokenkamp y producida por John Eisendrath y John Davis.
Sinopsis
En la octava entrega de la adrenalínica serie protagonizada por James Spader, ganador de tres premios Emmy, y consolidada como uno de los mejores thrillers de acción de la televisión en abierto en EE.UU., Liz (Megan Boone) ha decidido depositar definitivamente su lealtad en su madre, Katarina Rostova (Laila Robins), y aliarse con ella para hacer frente a la amenaza que le supone la directiva Townsend.
El único que podría detener esta operación es, por supuesto, Raymond Reddington (James Spader), que debe afrontar ciertos problemas de salud agravados por esta nueva traición. ¿Habrá elegido Liz correctamente sus alianzas?
Un innovador desenlace
Debido a la situación provocada por la Covid-19, el episodio 19 de la séptima temporada, titulado Los hermanos Kazanjian, se convirtió en el final de temporada. Para que el cierre fuese lo más adecuado posible para los fans, los creadores de la serie de Sony Pictures Television decidieron añadir partes de animación, imitando el estilo de las novelas gráficas.
Una colaboración entre la producción de Los Ángeles y el estudio de animación Proof Inc. en Londres que incluyó convertir la casa familiar de James Spader (Raymond Reddington) en un estudio improvisado de grabación. Tanto él como Megan Boone (Liz) y otros miembros del reparto se vieron obligados a grabar diálogos desde sus casas para sonorizar las partes animadas, con los editores y animadores completando el trabajo de manera remota. «Aún no había interpretado a Raymond Reddington con mi hijo entrando de puntillas en la cocina para merendar algo. Pero uno hace lo que tiene que hacer. Apagas el calentador para que no haga ruido, intentas no encender el lavavajillas…», confesaba el actor protagonista.
Spader, que también firma como productor ejecutivo de la serie, apoyó la propuesta desde el inicio. «Estaba intrigado. Parecía la manera más correcta no sólo de terminar el episodio, sino también la temporada».
La idea comenzó como una broma entre los productores ejecutivos de la serie, Jon Bokenkamp y John Eisendrath, después de que el rodaje de la temporada en Nueva York se cancelase como parte de las medidas de seguridad: «Empezamos hablando de darle la forma de programa clásico de radio donde pusiéramos la imagen de una chimenea crepitando o de una radio y que los actores lo locutasen. Eso derivó en una discusión sobre los cómics y la novela gráfica de la serie y… ¡bingo! Eisendrath mencionó lo del episodio híbrido».
Según Bokenkamp: «El proceso comenzó con unas cuantas revisiones de guion para hacer que el episodio tuviese una mayor sensación de avance y nos fuese introduciendo en la próxima temporada».
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