Peter Phillips, hijo de la princesa Ana, atrapado en casa de su madre con su exmujer

Justo cuando la familia real británica atravesaba la tormenta mediática provocada por la salida de la realeza de los duques de Sussex, otro pariente de Isabel II se coló entre las primeras páginas de los tabloides nacionales. El protagonista era Peter Phillips, hijo de la princesa Ana y nieto de la reina, cuyo divorcio con Autumn Phillips se conoció a principios de 2020. El acuerdo se había firmado en 2019 y pronto salieron a la luz las comparaciones de la salida de Autumn de la familia con la de Meghan y Harry. La razón, la primera es canadiense y los segundos se habían instalado en el mismo país norteamericano para refugiarse de los medios y mientras decidían cuál era su próximo paso.

A pesar de tener a toda su familia en Canadá, en el divorcio de los Phillips, Autumn acordó con su marido permanecer en Reino Unido, en concreto en la propiedad que Isabel II le regaló a la princesa Ana para formar una familia. Así, ambos podrían hacerse cargo por igual de las dos hijas que tienen en común Savannah (10) e Isla (8), tal y como confirmaba un comunicado oficial del palacio de Buckingham. “La decisión de divorciarse y compartir la custodia de sus hijas llega después de muchos meses de discusión y, aunque triste, es amistosa. La prioridad de la pareja seguirá siendo el bienestar de sus hijas”, explicaban entonces.

Una decisión que, a diferencia de Meghan Markle y el príncipe Harry, ellos sí que consultaron previamente con Isabel II (o al menos informaron a la reina de ello). De hecho, cuando se hizo el anuncio, toda la familia estaba ya al corriente de los hechos: “después de informar a la reina y a sus respecivas familias el año pasado, Peter y Autumn han decidido separarse de común acuerdo", explicaban desde palacio. En los términos de ese acuerdo, ambos coincidieron que lo mejor era permanecer viviendo dentro del terreno de Gatcombe Park, con el fin de otorgar la máxima estabilidad a sus pequeñas.

La propiedad de la princesa Ana en Gloucestershire ocupa unas 300 hectáreas y otorga una privacidad absoluta a todos los miembros que viven en su interior, incluyendo a la propia princesa, su actual marido Timothy Laurence, Zara y Mike Tindall junto a sus hijas y la pareja divorciada. En el interior de ese gran espacio hay lugar para diferentes edificios, albergando incluso unos grandes establos que anualmente acogen uno de los torneos más importantes de la hípica nacional. Aunque en 2020 no se ha podido celebrar a causa del coronavirus.

A pesar de continuar bajo el abrigo de Ana de Reino Unido, Peter y Autumn habrían dejado la casa principal en la que se instalaron tras su boda y en la que sus hijas han crecido. Si ya de por sí debe ser complicado vivir tan cerca de tu exmarido y dentro de su casa, para Autumn el desafío tiene que haber sido mayor por encontrarse lejos de su familia. Los rumores de una posible mudanza de Autumn fueron acallados con el comunicado que confirmaba que seguiría viviendo en Gloucestershire, pero al menos ella podría consolarse con volver a su país natal de vez en cuando, incluso con sus hijas. Sin embargo, la realidad del coronavirus se ha impuesto y la exmujer de Phillips se ha visto obligada a permanecer en Reino Unido durante todo 2020 y, a día de hoy en vistas del avance de la pandemia, no sabe cuándo va a poder volver a su país natal.

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