¿Cuál será el legado de Melania Trump?

En el más extraño de los días de investidura de Estados Unidos, una gran pregunta que persiste es hasta qué punto Donald Trump seguirá siendo un factor en nuestras vidas tras de su presidencia. Pero consuélese, al menos, con que Melania Trump, vestida de negro fúnebre y con gafas de sol, se despide de todo esto cogiendo el helicóptero que la llevó fuera de la ciudad.

Estuvo planeando la salida durante semanas, incluso cuando su marido sugirió que podría quedarse en la Casa Blanca. Mientras Trump no aceptaba los resultados de las elecciones –no aceptar, en este caso, significa animar activamente a sus ardientes seguidores a amotinarse contra los resultados electorales en el Capitolio–, Melania hacía las maletas en silencio. La CNN informó de que había Melania había "estado preparando poco a poco la mudanza durante semanas" y que el envío de sus cosas a Mar-a-Lago o al almacén era una "operación semiclandestina".

Decidida a marcharse inmediatamente, Melania dejó que cosas como la tradición o los buenos modales lastraran su esfuerzo. Al parecer, subcontrató las 80 notas de agradecimiento escritas al personal que había atendido a la familia en la Casa, aunque estaban firmadas por "Melania". Una fuente de la CNN también dijo que, desde una semana antes de su transición a la ciudadanía privada, no había establecido ningún tipo de entidad para mantener activa su plataforma "Be Best", ni había tendido la mano a la primera dama entrante, Jill Biden, a diferencia de la mayoría con sus sucesoras.

Hace cuatro años, Melania llegó a la Casa Blanca vestida de Ralph Lauren y con un regalo, un "precioso marco" de Tiffany & Co., según su predecesora, Michelle Obama, que tuvo que esforzarse por entender la ruptura del protocolo. Fue un esfuerzo de Melania por hacer algo amable y educado para la familia, cuya nacionalidad había cuestionado como parte de una teoría de conspiración racista. En el caso de Melania, quién sabe si se debe a que no sabía que debía hacerlo, a que no contaba con el personal necesario para organizarlo o, lo más probable, a que no quería hacerlo. (Jill Biden ya había sido segunda dama, así que quizá pensó que su sucesora no necesitaría tanta presentación). Ahora deja su puesto como la primera dama con el índice de aprobación más bajo de todos los tiempos.

Sin embargo, Melania ofreció unas palabras sobre su tiempo en la Casa Blanca en un video pregrabado publicado el lunes, que contenía lo habitual. "Me han inspirado los increíbles estadounidenses de todo el país, que elevan a nuestras comunidades con su amabilidad y su valor, su bondad y su gracia", dijo. "Los últimos cuatro años han sido inolvidables. Mientras Donald y yo concluimos nuestro tiempo en la Casa Blanca, pienso en todas las personas que me llevo en el corazón y en sus increíbles historias de amor, patriotismo y determinación."

Ésa fue la única mención a su marido, el expresidente, y denunció la violencia al mismo tiempo que promocionaba su plataforma de bienestar infantil, Be Best. "Sed apasionados en todo lo que hagáis", dijo. "Pero recordad siempre que la violencia nunca es la respuesta y nunca estará justificada (…) En cualquier circunstancia, pido a cada estadounidense que sea un embajador de Be Best. Que se centre en lo que nos une, que se eleve por encima de lo que nos divide, que elija siempre el amor sobre el odio, la paz sobre la violencia, y a los demás antes que a uno mismo".

Be Best, el principal proyecto de Melania como primera dama, recibió muchas críticas a lo largo de los años. Empezó siendo grande y voluminoso y con un año y medio de retraso, y nunca llegó a tomar forma a partir de ahí. Incluso el estilo poco gramatical del nombre parecía una trampa. Si Be Best es, en parte, un programa contra el acoso escolar, ¿cuál es la mejor manera de señalar que su título tiene un sentido sesgado sin que parezca que uno se está burlando de aquellos para los que el inglés no es su lengua materna?

El programa se convirtió en un cajón de sastre para cualquier cosa que hiciera la primera dama, ya fuera visitar centros de tratamiento de adicciones, leer a los niños o hablar de la seguridad en Internet con los profesores. Se perdieron oportunidades de trabajo real: rara vez presionó al Congreso en nombre de los innumerables esfuerzos de Be Best. En un momento memorable, no mencionó en absoluto el coronavirus ante una sala llena de educadores en la conferencia anual de la Asociación Nacional de Padres y Profesores en Virginia. Era el 10 de marzo de 2020.

Aunque con el paso de los años aumentó el ritmo de sus apariciones, ya fuera haciendo paradas para Be Best, haciendo campaña con su marido o viajando al extranjero con él o en solitario, a menudo hablaba con comentarios preparados, si es que lo hacía. Solían estar llenos de tópicos, como los de su discurso de despedida, y parecían servir para eludir cualquier personalidad detectable. Por eso resulta aún más chocante oírla hablar de improviso, con su voz alterada, en una llamada telefónica con su antigua amiga y ayudante, Stephanie Winston Wolkoff, que la filtró a la prensa el pasado otoño.

A falta de palabras, su ropa y sus expresiones solían hablar por ella. Es posible que su mayor éxito durante su estancia en el Ala Este fuera enloquecer al público y a la prensa con gestos -una palmada en la mano del presidente, una sonrisa que se desvanece tan rápido como llegó- y con elecciones de ropa que, en teoría, podrían haber sido una declaración: la camisa con la lazada (pussy-bow), el casco de médula o el traje blanco de pantalón.

Piense en la investidura de hace cuatro años. Parecía que realmente iba a hacer el trabajo de primera dama. Llevaba un traje de Ralph Lauren (¡diseñador americano! ¡negocio!) en color azul claro. Tenía silueta de mediados de siglo y por eso recordaba a Jackie O (¡amada y sofisticada primera dama!). Llevaba el pelo recogido en un sensato moño bajo (¡de nuevo el negocio!). Parecía estar interpretando el papel correctamente.

Pero los actores van y vienen del escenario, y eso es lo que hizo Melania. Cualquier idea de que iba a apoyar a las marcas de moda estadounidenses se desvaneció, ya que nunca lo hizo con coherencia. (Obama había hecho esfuerzos explícitos en ese sentido, mencionando a J.Crew en el programa de Jimmy Fallon, por ejemplo, y vistiendo de diseñadores noveles como Jason Wu en el primer baile inaugural. Tal vez esta sea otra comparación odiosa).

Como me dijo Winston Wolkoff a mí y a cualquiera que preguntara, Melania se sentía frustrada por los intentos de interpretar el "significado" de su ropa, hasta el punto de que en junio de 2018 llevó un mensaje en la espalda en la frontera: una chaqueta de Zara que decía: “I really don’t care. Do u?" (A mí me da igual. ¿Y a ti?).Aunque su portavoz oficial, Stephanie Grisham, dijo que no significaba absolutamente nada, solo otro caso de gente que leía demasiado en lo que llevaba la primera dama, Melania finalmente dijo en una rara entrevista que era por la prensa, y de cómo no le importaba lo que dijeran de ella, al tiempo que afirmaba que era la "persona más acosada del mundo", haciendo eco de la tendencia de su marido a la hipérbole y la autocompasión.

Por lo demás, vestía lo que consideraba apropiado para cualquier ocasión, normalmente alguna marca de lujo estadounidense, o más probablemente europea, con la que se sentiría a gusto en su antiguo entorno del Upper East Side. Sin ningún estilo personal propio más allá del lujo, normalmente parecía que llevaba trajes muy caros en un plató de cine. En retrospectiva, el Ralph Lauren inaugural parece precisamente eso.

Cuando pienso en su legado, siempre vuelvo a las propias palabras de la primera dama, escritas en un tuit que todavía está activo desde 2012: "¿En qué está pensando?" se preguntaba Melania. El misterio, la intriga implícita, la invitación a adivinar algo que nunca se podrá saber.

Junto con la pregunta adjuntó una foto de una ballena beluga, que parece reírse de nosotros antes de volver a hundirse bajo la superficie, invisible de nuevo.

Artículo original publicado en vanityfair.com y traducido por Estrella Ariza. Acceda al original aquí.

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