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‘Supervivientes’ está abrazando su recta final. Por ello, las pruebas de recompensa son cada vez más intensas, por la dificultad de estas sumadas a las malas condiciones físicas que arrastran los concursantes. Esta noche, el juego consistía en sujetar a través de un sistema de cuerdas unos barriles, que en su interior contenían un porcentaje del peso de los aventureros, pero todo ello en complicadas posturas.
La polémica ha venido de mano de Gianmarco Onestini, cuando, al no poder resistir más, ha provocado un efecto dómino derrumbando al resto de sus compañeros con sus movimientos. Todos han ido cayendo tras él a excepción de Olga Moreno, ya que la andaluza se encontraba en el puesto más alejado del italiano. Lo que ha hecho que la mujer de Antonio David Flores se alce con la victoria, y, por lo tanto, pudiendo disfrutar de un delicioso costillar a la barbacoa con patatas.
Una injusticia que no ha pasado desapercibida para nadie, e, incluso, el propio Jorge Javier Vázquez ha querido pronunciarse al respeto. «Parece ser que Gianmarco ha empujado a Alejandro al caerse». Una polémica que desde la organización del programa ha querido explicar. «Yo hablo por palabras textuales de la dirección», comenzaba Lara Álvarez portavoz de los altos cargos «el día en que Tom dio una patada no era algo fortuito y por eso lo repetimos, pero en esta ocasión la organización ha decidido que es algo completamente fortuito», explicaba la presentadora.
Sin embargo, y como cierto método de recompensa por esta decisión, se ha decidido que el concursante con el secreto más oscuro, en este caso Lola que ha confesado vender ropa íntima online por la web, y Alejandro Albalá, por deseo de la propia Olga, hayan podido disfrutar de este exquisito banquete. Eso sí, con tiempo límite que por algo es ‘Supervivientes’ el ‘reality’ más extremo de la televisión.
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