Cuando una técnica te ofrece unas uñas perfectas y un extra de brillo durante dos semanas es muy fácil decirle sí, sin pensar en los contras que pueden surgir más adelante. Es justo lo que ocurre con las uñas de gel, todas sus ventajas hacen que pasemos por alto la dificultad para deshacernos de ellas cuando tras unos 15 días intactas comienzan a desintegrarse y a perder sus destellos de brillo característicos.
Siempre existe la opción de ir al salón para eliminarlas o cambiarlas por otro diseño (como las divertidas uñas con efecto mármol), pero hay veces que la pereza se apodera de nosotros y si existiera una técnica para eliminar las uñas de gel en casa sin dañar la uña -ni hacer atrocidades- no dudaríamos ni un minuto en llevarla a cabo. Y sí, tirar de las capas de gel hasta arrancarlas, cuenta como método poco aconsejable, puesto que puede dañar el lecho ungueal de la uña que se encuentra debajo.
Estamos de suerte, porque este supuesto ya se ha convertido en una realidad. Para llevar a cabo esta técnica necesitas una lima de grano grueso, acetona, bolas de algodón, papel de aluminio, un palito de naranjo y aceite reparador de uñas y cutículas con vitamina E.
Ahora sí, ¡comencemos con el proceso!
Para esta técnica necesitas sumergir los dedos en acetona, para que la piel de las manos no sufra más de lo necesario debes protegerla. Para ello puedes usar aceite hidratante, crema para manos y cutículas o incluso vaselina. Cualquiera de estos productos creará una película protectora sobre la piel que impedirá que esté en contacto directo con el producto disolvente.
2. Lima las uñas
En este paso el objetivo es romper esa primera barrera del esmalte que se construye sobre la uña para facilitar el trabajo a la acetona y que esta pueda penetrar mejor. Para ello, pasa con cuidado una lima de uñas de grano grueso sobre la superficie de cada una de ellas. La clave para saber cuándo debes para es el momento en el que en la uña no se aprecie ni rastro de brillo. Ve despacio y hazlo, al ser posible, con un punto de iluminación superior que te permita una visión al detalle de las manos.
3. Empapa bolas de algodón en acetona
Ahora toca hacer diez bolas de algodón de un tamaño suficiente para cubrir cada una de las uñas. Después, empapa estas en acetona y coloca cada una de ellas en una uña -en este punto puede que necesites ayuda de otra persona, o también puedes hacer primero una mano y después otra-. Es importante que el producto en el que empapes el algodón sea acetona 100% pura y no cualquier quitaesmalte, porque en este último, la acetona suele estar diluida. No es que con ese tipo de producto no vaya a funcionar la técnica, pero probablemente necesitarías mucho más tiempo para que este descomponga el gel de las uñas. La acetona pura descompone las uñas de manera eficaz y rápida.
4. Asegura el algodón
Antes de colocar las particiones de algodón empapadas en las uñas, divide el papel de aluminio en diez rectángulos para envolver las uñas. Una vez tengas colocado el algodón sobre el esmalte, pon un pedazo de papel de aluminio y envuelve el dedo, para que la acetona quede completamente en contacto con el gel. Repite el proceso en todas las uñas.
5. Espera y retira
Ahora es momento de dejar actuar la acetona durante 10 0 15 minutos. Lo bueno de haber creado estas cápsulas es que nos permiten cierta movilidad en el proceso. Haz una visita a Tiktok, termina ese capítulo de la serie que dejaste aparcado o lee un buen libro. Cuando haya pasado el tiempo correspondiente, el gel estará blando y roto. Ahora con un palito de naranjo puedes retirar los pedazos, con cuidado de no arañar la uña.
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