Ya hemos manifestado en otras ocasiones nuestra debilidad por los perfumes que huelen a vainilla. No podemos evitarlo. Su dulzor elegante y misterioso siempre nos seduce, de tal manera que permanecemos atentas a cualquier fragancia que prometa proporcionarnos sus apetecibles notas. Tal vez este fervor se deba a que, como nos enseña la aromaterapia, su aroma tiene propiedades calmantes. Puede que por eso aspirarlo nos resulte tan placentero. En cualquier caso, acabamos de incorporar un nuevo fichaje a nuestra colección, y su combinación de notas es tan sorprendente como apetecible.
En Vaniglia de Acqua di Parma, nos encontraremos con una nueva interpretación de la vainilla en clave más luminosa que nunca. Un objetivo que se consigue gracias a la mezcla de su corazón de vainilla y jazmín (que aportan la sensualidad), con unas notas de salida cítricas a base de bergamota, mandarina o nerolí. Éstas aportan un inesperado frescor, llenando la fragancia de luz y de optimismo. El cierre a base de cedro y almizcle, termina de enamorarnos y de templar el resultado final gracias a su calidez. De este modo, el resultado es un perfume lleno de personalidad, que nos fascina y que respeta uno de nuestros aromas favoritos, reinterpretándolo y dándole un aura diferente.
Vaniglia de Acqua di Parma. © Cortesía de Acqua di Parma
Prepárate para que todo el mundo te pregunte qué perfume llevas, y para dejar huella allá por donde pases.
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