Hay que ser realistas. En un mundo de tutoriales de Yotutube, vídeos de TikTok y trucos virales en Instagram es cada vez más difícil convertirse en la primera fuente de información de tu hija en cuestiones de belleza y cuidados. Pero hay que reclamar ese espacio. Porque es precisamente el exceso de estímulos y de contenidos patrocinados lo que puede llevar a una niña que empieza a convertirse en adolescente a tomar decisiones erróneas. Y te aseguramos una cosa: con la piel no se juega.
Makeup de juguete
Más allá de colonias, corporales hidratantes y champús, el esmalte de uñas suele ser su primera incursión en el mundo del neceser de mayores. Un gesto de belleza que se ha puesto de moda esta última década y que abrazan con pasión desde muy pequeñas. “Es importante mantenerlo siempre en el universo del juego, en el disfraz”, apunta Marta Moya, chief operations officer & partner de MIA Cosmetics.
También considera que lo mejor es convertirlo en un momento lúdico compartido entre madres e hijas. “Las menores de 13 años no deberían usar esmaltes de uñas de base acrílica. Y, en todo caso, ninguna pintura ni laca ni maquillaje debería estar en contacto con sus uñas o su piel durante demasiado tiempo”, añade. Con su hija como musa, Marta creó para MIA Cosmetics una línea de esmaltes sin químicos y con base de agua, que se eliminan con jabón. “Solo duran hasta que se bañan o se lavan las manos”. Y recalca que tienen un espíritu unisex: “Los niños también pueden jugar a hacerse la manicura, por supuesto”.
Lo más importante
Si lo que quieres es transmitir a tu hija el consejo beauty definitivo, la dermatóloga Isabel Aldanondo, jefe del Servicio de Dermatología y Venereología del hospital Quirónsalud San José y especialista del Grupo Pedro Jaén, lo tiene claro: “Lo que de verdad importa es que aprenden a protegerse del sol. Tienen que incluir el fotoprotector en sus rutinas diarias desde pequeñas y durante todo el año. No somos conscientes, pero las quemaduras que se producen antes de los 14 años son las más peligrosas: multiplican por nueve las posibilidades de desarrollar un cáncer de piel de adulto”. Piensa en todas las horas que tus hijas pasan al aire libre y enséñales a llevar el protector solar con ellas a todas partes. Y si les resulta más sencillo, enséñales a usar los sticks.
Hablar de acné
Aunque parezca pronto para empezar a agobiarlas con los granos, “la realidad es que en las niñas surgen los puntos negros y los primeros comedones entre los 10 y los 11 años”, explica Sandra Costa, farmacéutica y product manager de Ducray. Pero justo en la preadolescencia empiezan a desvincularse de sus padres como referente. Así que, ¿cómo convencerlas de que se cuiden en un momento tan crítico? “Hay que elegir un momento en el que estén relajadas para sacar el tema, como una tarde de compras o mientras hacéis juntas algo que le guste”, aporta Costa. Y sí, lo esencial es “una higiene adecuada con un limpiador con activos seborreguladores”
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