Jess (Morgan Obenreder), una joven de 18 años, descubre que está embarazada justo cuando retoma su relación con su novio. pero cuando le informan de que espera gemelos de distinto padre, se confirman sus sospechas. La noche que el mejor amigo de su novio la llevó a casa fue drogada y no recuerda nada de lo sucedido. Tras contarle a sus padres lo que cree que sucedió aquella noche, deciden llamar a la policía y comenzar así una investigación de los hechos.
La filmografía de Doug Campbell está basada, casi exclusivamente, en telefilmes. Sin su consentimiento es uno de los muchos que podemos encontrar buceando en su carrera como director, que en esta ocasión llevó a la pequeña pantalla una historia creada por Andrea Canning y Elizabeth Stuart, la cual se encargó de guionizar Barbara Kymlicka.
Una situación excepcional que podría ser real
La historia que se cuenta en este largometraje parece surrealista pero no está totalmente lejos de la realidad. Aunque son pocos los casos que hay, existen algunos en los que la situación que se da en la película es una realidad. Para que gemelos o mellizos sean de distintos padres, las relaciones en la que los óvulos han sido fecundados han tenido que producirse en un corto periodo de tiempo, no necesariamente en el mismo día, pero si en el transcurso de muy pocos.
La futura joven madre que se encuentra en esta situación es Jess, papel que interpreta Morgan Obenreder, líder de un reparto que en el que destaca también destaca la presencia de Mark Grossman y Bruce Boxleitner. Ambos estuvieron a las órdenes de Doug Campbell en otros telefilmes, el primero de ellos en Diagnóstico obsesión: El regreso (2018) y el segundo en Killer Flood: The Day the Dam Broke (2003).
Double Mommy. EE.UU., 2016. Drama. 90 min. Dir.: Doug Campbell. Int.: Morgan Obenreder, Mark Grossman, Bruce Boxleitner, Griffin Freeman, Megan Gallagher, David Starzyk.
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