De entre todas las tendencias que han ganado adeptas durante el confinamiento destacan esas que son capaces de hacernos la nueva rutina un poco más llevadera. Encerrarnos en casa “de un día para otro” ha permitido reaprovechar todo lo que ya tenemos en nuestro armario y proporcionarle una segunda vida, experimentar con combinaciones arriesgadas ahora que estamos libres de miradas ajenas y hacer del confort chic la máxima que impere en nuestro día día sin embargo, es más que probable que por el camino se haya quedado alguna compra pendiente, algún capricho que resulte liberador y que nos haga vislumbrar un futuro esperanzador. Los pantalones culotte son esa prenda que reúne cierta dosis de tendencia con un mucho de básicos. Holgados y, generalmente, tobilleros, la silueta que compite directamente con los universales vaqueros cobra un nuevo sentido y se transforma en un valor seguro, una compra que entraña un nivel de riesgo bajísimo teniendo en cuenta que serán, probablemente, los únicos pantalones que podrás estrenar ahora y seguir llevando cuando el calor apriete –no, los vaqueros no son cómodos cuando el termómetro marca más de 30 grados-.
En realidad, este híbrido que fusiona el patrón de las bermudas, con el largo midi y la silueta palazzo, aterrizó en 2015 y ha reaparecido intermitentemente desde entonces. Algunas voces los acusaban de no ser fáciles de combinar, otras, más críticas, aseguraban que no eran aptos para las chicas bajitas… Sea como sea, algunas firmas del circuito comercial habitual nos recuerdan que, a las puertas de la estación cálida, los culottes tienen muchas papeletas para convertirse en la pieza angular de los armarios de las que más saben de moda.
© Cortesía de Bershka
Pantalones culotte plisados, de Bershka. COMPRAR
Con pinzas o absolutamente lisos, con cinturilla o sin ella, plisados, lisos o estampados… y una sola condición: que se ajusten a la cintura lo suficiente como para no crear volúmenes ópticos no deseados. Durante estas últimas semanas de largas horas a cubierto hemos apostado por las infinitas versiones de los leggings, por los jogger de algodón, por los vestidos boho amplios y cómodos e, incluso, por los vaqueros. Conscientes de las nuevas necesidades estilísticas, las firmas del circuito comercial han puesto en marcha toda su artillería y han decidido relegar –al menos momentáneamente– las blusas de organza y los vestidos de invitada a un segundo plano para apostar fuertemente por los básicos a los que nunca deberíamos renunciar. En esta línea, Bershka ha sido una de las pioneras en resaltar las bondades de los pantalones culotte con tres versiones diferentes de una misma silueta.
© Cortesía de Bershka
Pantalones culotte con print animal, de Bershka. COMPRAR
Con fondo blanco con manchas de cebra para las incondicionales del print animal, en mostaza estampado para las que no pueden vivir sin flores y, por último, en total black para las chicas con alma gótica que estarán deseando combinarlos con las bailarinas más bonitas de Zara.
© Cortesía de Bershka
Pantalones culotte con estampado de flores, de Bershka. COMPRAR
Eso sí, los tres plisados y los tres con un manual de uso aparentemente sencillo pero con infinitas posibilidades. De momento, las camisetas de algodón, las camisas masculinas y las sandalias con calcetines serán sus mejores compañeros.
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