Brooke Shields fue la primera modelo que triunfó por sus cejas (mucho antes que Cara Delevingne)

Aunque cada generación tiende a considerarse pionera en casi todo lo que vive, no resulta difícil comprobar cómo la historia se va repitiendo, más o menos modificada con las particularidades de cada tiempo. En el territorio insignificante de las cejas tenemos un ejemplo perfecto. Considerado un rasgo menor en la cosmética hasta hace no demasiado tiempo, hoy vivimos una auténtica obsesión por lograr unas cejas gruesas y espesas, a veces con un toque salvaje solo al alcance de aquellas que tenga esta disposición capilar marcada en su génetica. Sin embargo, las cejas han estado siempre en el punto de mira de la tendencia ‘beauty’, y algunas de las divas más icónicas en la pequeña historia de la belleza femenina han despuntado, precisamente, por sus cejas protagonistas. Dos ejemplos innegables de Hollywood son los de Audrey Hepburn y Elizabeth Taylor. Y en el mundo de la moda, sin duda, Brooke Shields.

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her hair is gorgeous ?

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Aunque hoy sea Cara Delevingne la modelo que impuso el reverdecer de las cejas pobladas en la tendencia de belleza, no está de más recordar que, bastantes años antes, Brooke Shields desató una fiebre similar y hasta vivió la misma obsesión de los fotógrafos por capturar esta particularidad de su rostro. Eso sí: la aristócrata Delevingne conservaba sus asilvestradas y espesas cejas cuando decidió seguir lospasos de su hermana Poppy en el mundo de la moda en plena adolescencia, a los 17 años. Sin embargo Shields era aún una niña totalmente ajena al mundo de la depilación cuando comenzó a despuntar como modelo: tenía solo 11 años.

En una reciente entrevista en el diario británico ‘The Guardian’, Brooke Shields ha recordado aquellos años en los que despuntaba en la moda, sin que esta fuera ún un factor importante en su vida. «Mi relación adolescente con la moda era tensa, porque jamás cultivé mi propio estilo«, reconoció. «Mi madre compraba la ropa en tiendas de segunda mano. De hecho, solía llevar los mismos vaqueros todo el año. En verano los cortaba y me hacía unos shorts. Estaba desconectada de la moda incluso cuando llegaba a plató y me vestían de ropa de diseño. Sentía que era algo que pertenecía a otras personas, pero no a mí». Sin embargo, esa naturalidad y desapego de lo estético pudieron jugar a su favor, al menos en relación a sus cejas.

En la misma entrevista, Brooke Shields recuerda algo muy significativo al respecto de sus cejas, probablemente la señal distintiva de identidad estética que le hizo triunfar desde muy pequeña en los anuncios, la moda y, más tarde, la interpretación. «Cuanto empecé a trabajar de modelo, me di cuenta de que lo que más llamaba la atención eran mis cejas, absolutamente salvajes y sin ningún tipo de arreglo. A mí jamás se me hubiera ocurrido que tenía que hacerles nada, y aunque en las agencias siempre me decían que tenía que teñírmelas del mismo tono que el pelo, mi madre siempre se negó. Era inflexible en ese punto: las cejas eran intocables«. ¡Qué razón tenía su madre! Fueron clave en su éxito.

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